Lo dejamos justo con los jugadores descansando al lado de una ciudad en llamas con varios cientos de muertos y una pequeña hecatombe medioambiental.
Varios de los esclavos que habían logrado escapar por su propio pie volvieron a las ruinas de la ciudad. Recordemos que descubrieron que había dos razas o grupos entre los esclavos, uno de ellos eran parecido a lo que hoy en día consideraríamos neandertales y otro completamente diferente, menos numerosos, que se habían presentado a si mismos como los kibgak "el pueblo"
Hablando con estos últimos descubrieron que la tribu a la que pertenecían vivía al noroeste esta compuesta por muchos puños y son un pueblo que vive mayoritariamente de la caza, aunque también complementan su dieta con frutos recogidos del bosque.
Son musculosos y bien proporcionados. Sus rostros son anchos y aplanados, con pómulos prominentes. La nariz es recta, más bien larga y estrecha y, con frecuencia, aquilina. El cabello suele ser negro, recio y espeso.
Es un pueblo en extremo cauto ya que viven rodeados de peligros. Su único contacto con el exterior es el comercio de pieles que mantienen con algunos comerciantes de las lejanas ciudades del sur de Hiperborea. Este comercio se realiza en una bahía cercana y siempre se realiza a mediados de primavera, cuando el deshielo ya ha comenzado en el resto del continente.
Exactamente el próximo barco mercante llegará dentro de cuatro meses.
La tribu cambia las pieles fruto de la caza por cuchillos o herramientas metálicas, los cuales tienen gran valor para ellos ya que sus enseres y armas son de piedra y hueso. Toda su economía se basa en el trueque, siendo su intercambio principal las pieles.
Los kibgak tienen su propio idioma, un lenguaje cliqueante y rápido de dificil comprensión. Conocen algunas palabras básicas del idioma hiporboreano, como “comercio” y “si” o “no”, la comunicación con ellos será en un principio trabajosa ya que hablarán en infinitivos y usando el menor número de palabras posibles.
El grupo se ofreció a guiar a los jugadores si estaban de acuerdo en permitir que incluso los ancianos y los ciegos viajasen con ellos. La otra etnia se negó categóricamente a marcharse con ellos, al fin y al cabo el fuego que ardia en la ciudad creaba un microclima cálido, podían saquear y vivir en las ruinas exteriores ademas de poder cazar por los alrededores. También estaba el echo de que los Kibgak demostraron ser un tanto racistas y consideraban a los otros como "inferiores" a lo que los jugadores preguntaron "¿y nosotros que somos?" a lo que con una sonrisa les contestaron "Gente que comercia."
Antes de partir los jugadores pudieron ver que los kibgak improvisaban una serie de literas para los ancianos, esquíes y raquetas, lo cual aumentó relativamente su velocidad de movimiento por el mapa hexagonal.
Durante el viaje observaron ciertos comportamientos extraños entre sus nuevos compañeros. Los espantajos que se asemejaban a hombres con los brazos extendidos a cuyos pies había varios platos dispuestos con musgo a modo de ofrenda resultaron ser erigidos para honrar al "caminante" o Ithack. Los Kibgak comieron algunos puñados del musgo, lo cual era su modo de darle las gracias a su extraño dios "el padre del viento, la nieve y del frio purificador"
Acamparon despues de un par de días evitando el territorio de los Mikijuk "el pueblo pequeño" acamparon al lado del lago. Durante el anochecer el ladrón descubrió una serie de formas volando cerca de una torre enclavada en un montículo en el centro de la superficie de agua, parecia algo de un tamaño vagamente humano con unas largas alas semitransparentes y que portaba algo alargado entre sus manos.
Afortunadamente decidieron mantenerse apartados y a la mañana siguiente continuaron hacia el Norte. Por el camino se toparon con varias manadas de bisontes y mamuts, pero como llevaban suficientes provisiones decidieron no sacar a relucir sus armas.
Finalmente llegaron a lo que parecía un extenso bosque de coníferas dentro del cual habitaban los Kibgak. Cuando se acercaban se toparon con un grupo de cazadores en un trineo de perros que al principio mostraron cierta cautela pero cuando uno de ellos reconoció a su padre al que daba por perdido hace tiempo tornaron sus suspicacias en alegría y gratitud.
El feliz cazador los invitó a cobijarse en su tienda junto a su familia mientras estuviesen con los kibguk. El poblado resultó ser varios grupos dispersos de tiendas de pieles cónicas en las que el "pueblo" vivía su día a día.
En la tienda compartieron la carne reseca de un mamut con la familia reunida mientras el abuelo contaba a sus embelesados nietos en un idioma que los jugadores no comprendían "entonces me alcé como un oso y con mis manos desnudas abrí un reguero de sangre entre las innumerables filas de enemigos, las bestias yacían a mis pies temerosas de su suerte y con un poderoso giro de mi brazo lancé la antorcha al lago consumiendo la ciudad en el fuego que otrora era su fuente de poder y vida." Todo esto mientras los jugadores asentían comiendo a dos carrillos.
Una cosa extraña, varios de los Kibgak adultos tenían los dientes aserrados de forma artificial con los que desgarraban la carne a grandes bocados, pero los jugadores decidieron no hacer preguntas.
Después de descansar y de interesarse por el paso a la costa que parecía la única salida del valle les comunicaron que durante el invierno era poco seguro transitar por el "los demonios divertirse y haber desprendimientos, mejor primavera cuando venir barcos y nieve ligera"
Otra particularidad de la tribu es que comerciaban mediante el sistema de trueque. No admitían monedas "metal brillante blando, no valer para cortar" y comerciaban todo con pieles con lo que se vieron obligados a entregar parte de su botín para comprar algún pertrecho. El bien más preciado eran las herramientas de metal con lo que terminaron enterándose que alli los objetos de metal valían el doble.
"Si salimos de esta cargamos el barco de cuchillos y nos dedicamos a estafar a estos incautos, nada de saquear tumbas y tesoros ¡el comercio es el futuro!"
Unas tiradas en la tabla de rumores después mientras los jugadores se dedicaban al noble arte del ligoteo con las nativas se enteraron de varias cosas, como que "Hija de Igauk desaparecer ya seis lunas mientras recoger raíces", "Hace tres inviernos venir barco con buen metal. Cuchillo de jefe que pagar treinta pieles de oso, buen cuchillo. Mi padre decir que ver entre hombres a uno con cabeza en forma de triángulo de metal y que decir venir de ciudad rota" y "Amaroks de oeste tomar flauta de pueblo. Pueblo triste ¿Cómo calmar viento ahora? Hombre sabio no tener visiones ahora."
Tambien se interesaron pro el lago del sur, así escucharon la historia de que
- Hombres de cabeza de muchos colores no dejar que pesquemos lago. Ahora tener que picar hielo lejos de lago
- ¿Cabezas de color?
- Si yo ver. Cabeza plana con muchos dedos naciendo de ella, cada dedo cambiaba de color. Yo pescar junto a Ignak entonces hombre venir volando, rayo de luz e Ignak caer al suelo, yo pensar que Ignak muerto pero seguir respirado. Yo sacar a Ignak y este despertar después de horas bien, ahora pescar en hielo lejos de lago.
Tambien se interesaron pro el lago del sur, así escucharon la historia de que
- Hombres de cabeza de muchos colores no dejar que pesquemos lago. Ahora tener que picar hielo lejos de lago
- ¿Cabezas de color?
- Si yo ver. Cabeza plana con muchos dedos naciendo de ella, cada dedo cambiaba de color. Yo pescar junto a Ignak entonces hombre venir volando, rayo de luz e Ignak caer al suelo, yo pensar que Ignak muerto pero seguir respirado. Yo sacar a Ignak y este despertar después de horas bien, ahora pescar en hielo lejos de lago.
El primer gancho decidieron abandonarlo debido a que el rastro ya se habia perdido hacia seis meses pero supusieron que la muchacha habia sido vista por ultima vez al oeste.
El segundo tema era una referencia a la ciudad quebrada de Atlantis, imaginad una ciudad que cubría toda la superficie de una isla del tamaño de Inglaterra que fue victima de un terremoto que la devastó completamente. Ahora es el hogar de una "civilización antigua y malvada" que vive entre majestuosas ruinas de una ciudad semihundida y fracturada por miles de canales. Se dice que es el pueblo más civilizado conocido y son grandes maestros metalúrgicos ademas de avezados comerciantes.
De lo del hombre con la cabeza triangular ni idea.
Y la tercera, la cual terminó transformándose en la misión de la tarde. El cuarto del lago decidieron mejor dejarlo para otro dia...
Los amaraok son una tribu de hombres salvajes que se caracterizan por la gran afinidad que mantienen con los lobos. Son individuos de piel atezada que cubren su cuerpo con pieles de lobo y hablan un lenguaje gutural que al oído de alguien más civilizado puede pasar por una serie de gruñidos más animales que humanos.
Andan encorvados en actitud acechante y cuando caminan o corren pueden intercalar tanto el uso de sus dos piernas o sus cuatro extremidades con extrema agilidad.
Siempre van acompañados de un grupo de lobos, los cuales los siguen como si fuesen sus lideres alfa.
Su arma principal son unos guantes que se asemejan a caestus hechos con ramas entrelazadas y maderos. Estos cubren sus manos y parte de sus brazos y los usan para apoyarse cuando corren a cuatro patas. Los guantes son pesados debido a que tienen incrustadas piedras y trozos de pedernal en sus nudillos, con lo que los convierte en mortíferas armas y ademas el balanceo de sus brazos al correr les confiere mayor velocidad y fuerza.
Son un pueblo poco civilizado, su cercanía e imitación a los lobos los han transformado en unos seres violentos y sanguinarios, eminentemente territoriales. Los kibgak han llegado a considerarlos poco más que animales, extensiones de las manadas que comandan, muy lejos de los hombres que una vez fueron.
Aunque conocen el fuego, los amarok solo lo usan para endurecer la madera y para calentarse, toda la carne que consumen es cruda con lo que su dentadura es tan fuerte que uno de sus mordiscos puede rivalizar con el de un lobo real.
Una de las causas de mayor mortandad entre los amarok ademas de los peligros naturales es la rabia. Los contagiados por la enfermedad son considerados “tocados” por el padre del viento, como tales son respetados pero a la vez son apartados de la tribu principal junto a su manada y son exiliados a los yermos.
Finalmente decidieron hacer una expedición, para lo cual pidieron prestado un guía de la tribu y un trineo tirado por perros.
Los amaroks vivían en unas cuevas al oeste, localizaron el hogar del clan principal y se refugiaron en una gruta para esperar la noche del dia siguiente. La gruta resultó estar habitada por una manada de lobos, nada que no resolviese un par de turnos de tratamiento a base de duro bronce.
A la noche siguiente partieron y en un par de tiradas exitosas de sigilo consiguieron esquivar el resto de cuevas y llegar a la que el guía les señaló como la del clan que había cometido el robo.
Asi que ni cortos ni perezosos decidieron con una sonrisita en la boca enviar al negro de dos metros treinta a que entrase sigilosamente en la guarida de los amarok.
¿Resultado?
El negro del hacha se topo con un guardia adormilado en un nicho de la pared, el problema es que mientras avanzaba arrastrándose por el suelo se dio de bruces con tres lobos que acompañaban al centinela los cuales después de gruñirle un poco se lanzaron directamente contra su yugular con el resultado del duro bárbaro medio muerto en un solo asalto a un punto de vida de morir mientras el resto del grupo se regodeaba complacido.
El bárbaro casi no lo cuenta pero su recia constitución lo salvó en el último momento gracias a una tirada de vigor que impidió que cayese inconsciente al suelo por el dolor.
Sus compañeros finalmente tomaron cartas en el asunto y consiguieron acabar con los cánidos y el guardia pero al empezar a explorar la caverna fueron asaltados por el resto de la manada de la tribu que había sido alertada por los ruidos de lucha.
Al fondo de la cueva distinguieron en lo alto de un terraplén al resto de la tribu de los amarok acercarse cautelosamente, pero estos dejaron sabiamente atacar primero a los lobos para ablandar a los asistentes.
Craso error ya que los jugadores decidieron jugar la baza de "la conga de la muerte". Consiguieron replegarse a un lugar estrecho con el bárbaro protegido por sus compañeros y pillaron a los diecinueve lobos en un embudo de tal forma que solo los podían atacar de dos en dos.
Aquí descubrimos una lección importante. El bárbaro es muy bueno contra un enemigo solo de los duros ya que lo más seguro es que aguante los golpes y acabe con el contrincante de un hachazo. el guerrero en cambio ha sido maximizado de tal forma que es un tanque contra las hordas de enemigos de bajo nivel.
Nota mental: la próxima vez hago las entradas de las cuevas más anchas.
La batalla fue cruenta, con el guerrero aguantando la manada de lobos apoyado por el recién bautizado "nanuk" (el guia) con una lanza por la retaguardia y el barbaro y el ladrón aseteando la oleada de enemigos.
Con las nuevas reglas de armas de piedra el ladrón descubrió para satisfacción del master que sus nuevas flechas que habian comprado en el pueblo eran bastante quebradizas, aun asi se portó y fue minando las fuerzas de la manada.
El barbaro en cambio debido a sus heridas no pudo mantener el ritmo de disparo y finalmente se lanzó en medio de los lobos blandiendo su hacha a dos manos, con la cual segó la vida de varios de estos.
Ante tal alarde de fuerza y ferocidad los amarok permanecieron lejos de los incursores dispuestos a proteger a sus familias, pero no pensaban lanzarse alegremente a lo que parecia una muerte segura.
Finalmente las filas de la tribu se abrieron para dejar pasar a un individuo imponente con un cuerpo musculoso cubierto por una negra piel de lobo y lleno de cicatrices, testigos de su éxito a la hora de mantener su posición como jefe de la manada de los amarok.
El que a todas luces era el jefe estaba escoltado por dos lobos enormes de piel oscura como la noche que apartó a golpes cuando estos empezaron a gruñir a los jugadores. Seguidamente se golpeó el pecho con sus brazos enfundados en sus duros caestus y luego señaló al pj que más había destacado en el combate, el guerrero.
"Vale acepto el desafio" luego girándose hacia sus compañeros "si veis que empiezo a perder le disparáis una flecha a la garganta y nos piramos corriendo"
El combate fue duro, con el master y el jugador usando todos sus puntos de suerte para negar los daños y repetir tiradas, pero finalmente el jefe fue abatido mientras intentaba mantener las tripas dentro de su cuerpo debido a un fuerte tajo del guerrero, el cual fue herido en el cruento duelo pero se alzó con la victoria mientras los jugadores observaban como los lobos que anteriormente custodiaban a su amo se lanzaban sobre su cuerpo prestos a devorarlo.
Los amarok hicieron entrega temerosos de la flauta y los jugadores partieron de nuevo al pueblo de los Kibguk dispuestos a narrar su dura victoria empuñando en su ensangrentado puño el trofeo de la aventura.
A todo esto, lo del duelo no estaba previsto, tenia toda una escena de lucha, exploración y matanza preparada pero lo de la masacre de lobos me sorprendió tanto que decidí meter ese cambio después de una tirada de moral de la tribu.
Esta entrada está dedicada con todo el cariño al insigne Felix, el cual nos enseño a amar la naturaleza y sus incalculables tesoros.