Mi primer encuentro con Brian Lumley fue a traves de sus cuentos de los mitos, que escribió siguiendo la estela de Lovecraft y que me parecían escritos con bastante oficio, aunque el hombre pecaba de darle bastante espectacularidad al asunto. Muchos años después me leí algo de su personaje más famoso, Titus Crow y aquello... aquello era el despolle absoluto. Eran historias de terror en los que unos individuos apartados de la sociedad intentan sobrevivir al acoso de criaturas ajenas a su mundo contra las cuales no tienen ninguna oportunidad. Me estoy refiriendo a los Chthonians, Cthulhu, adoradores de Ithaqua y demás panda, la cual es literalmente abuchanada por Titus Crow y la fundación Wilthmarth, dejándote con ganas de que declaren a los profundos especie protegida y que los de Wilthmarth no anden diciendo por los telediarios que "si no toreasen a los chthonians ahora serian una especie extinta". Coñe, que detienen a Cthulhu con tres PNJ psiquicos sin nombre y se cargan al equivalente de un gusano de Dune tentaculado que andaban acosando con un recuento de muertos de menos de una veintena, lo cual demuestra su peligrosidad ya que es la mayor pérdida hasta la fecha.
Puede parecer lo contrario pero conociendo a Lumley y viendo la postura del humano,lo más seguro es que Cthulhu se marche después de recibir una hostia con la mano abierta. Así, de las que suenan. |
Lo que primeramente me parecía escrito con soltura en español resultó ser una amalgama de frases en las cuales el noventa por ciento acaba en signo de admiración ¡¡¡E INCLUSO EN TRES!!! En el que la mitad de los diálogos eran del palo de:
- Pero Titus... ¿eso quiere decir que...?
- ¡Si, eso mismo!
- ¡Pero eso significa que...!
- Es lo que estas pensando.
- ¡¡¡Dios mio Titus, entonces (inserte titulo de libro arcano que solo conocen tres tíos con barba que viven en el sótano de la universidad de Arkham) tenia razón!!!
- Efectivigüonder.
Joer, es que incluso las cartas manuscritas ¡tenían signos de admiración! Yo es que me imagino al remitente gritándole al folio mientras se dicta mentalmente el texto. Tal vez fuese cosa del traductor o que no me había fijado cuando leía los cuentos en español, pero es que en ingles el texto te salta a la cara, te apuñala los ojos y luego quema todos los libros de estilo literario que tengas en casa delante de tí y tú familia. Obviamente esto me dejó con ganas de más del autor, con lo que aunque aun tengo pendiente seguir con las de Titus, descubrí gracias a un grupo de Pulp de facebook la existencia de una trilogía de espada y brujería perteneciente al autor ¡¡¡TENIA QUE LEER ESO!!!
Mi tesorooooo. |
Rápidamente los encargué a través de Iberlibro, aunque me ví obligado a usar varias librerías, con lo que la calidad de los libros difiere. El primero es en tapa blanda y los dos siguientes en tapa dura, así que os recomendaría haceros con la tapa dura ya que la calidad de encuadernado es muy buena. La librería incluso me los trajo forrados en plástico, aunque descubrí que todos los libros de la trilogía (incluso la que compré a otro librero) pertenecían al fondo de la biblioteca de Brooklyn, la cual espero que no me reclame. La primera entrega me vino un tanto tocada, cosa que no seria molesta si no fuese por la factura impecable de los otros dos, ademas que tardó una vida en llegar.
Debido a la tardanza decidí comenzar por el segundo, cosa en absoluto perjudicial ya que el primero es un conjunto de cuentos sin personaje común, empezando a partir del segundo la saga de Tarra Khash, el protagonista absoluto de la segunda y tercera entrega. Por lo que he visto hay personajes comunes que aparecen en varias historias, pero esto no es impedimento a la hora de leerlas, por lo menos en el caso de esta segunda entrega.
He encontrado tres portadas del libro: la que parece un suplemento de Warhammer viejuno, otra en cuya portada podría aparecer una imagen de uno de los relatos y la de Cthulhu diciendo "ains... es que no puedo contener toda la sensualidad que llevo dentro", la cual es la que tengo. Ojo, las portadas de Tor pueden llevar a engaño, ya que prometen bichos de los mitos y dinosaurios, lo cual no es cierto en la cuestión de los lagartos y con los primeros se limita a un par de nombres y homenajes.
Ya viendo el mapa ilustrado sabes que eso va a MOLAR si o sí y lo mejor de todo es que realmente tiene utilidad ya que te permite seguir con sumo detalle el periplo del protagonista a través de los relatos. Podríamos obviar perfectamente esto, pero es que siento debilidad por los mapass artísticos con las ciudades dibujadas y animales saliendo del mar, además que este me parece una pasada de ilustración y tremendamente evocadora.
Tarra Khash es un Hrossack, gente de las estepas que... hacen cosas de bárbaros y demás, que por el nombre suena a cosaco y cuya tierra no vemos en todo el libro. Tarra es un hombre que decide abandonar las estepas debido a que ha oído que en las tierras civilizadas del oeste se come bien, se bebe mejor y las putas de las tabernas están más limpias. Es un bárbaro típico de perfil de badoo, que se mueve por el ansia de la riqueza y la gloria, es amigo de sus amigos, le gusta viajar y no acepta un desagravio. Aunque tiene sentimientos nobles, en la mayor parte de los relatos lo impulsa el ansia de venganza contra alguien que le ha tocado las narices. Todos los relatos del volumen cumplen los siguientes clichés:
- Tarra Khash es engañado, asaltado, golpeado, apalizado, estafado o cualquier otra cosa que se os ocurra terminada en ado y pierde todo el botín acumulado en los anteriores relatos.
- Tarra Khash jura que se van a enterar.
- Tarra pierde ropa por el camino de forma progresiva (en el penultimo anda en taparrabos por obligación, pero en el ultimo se compra una camisa y calzado)
- A Tarra le salva el culo cosa mala alguien del que se ha hecho amigo.
- Tarra se venga y adquiere más riqueza, la cual se echa al hombro y escapa del lugar.
Con esto puede parecer que hablo mal, pero os puedo asegurar que son tremendamente entretenidos de leer y sus historias, aunque llenas de lugares comunes, suelen tener giros o dialogos que les dan mucha frescura. El estilo, aunque en un principio parece intenta homenajear a C. A. Smith, es obviamente... mas pobre en el mejor de los casos ya que Smith solía desayunar con un volumen de la enciclopedia britanica y Lumley es un juntaletras con tendencia a los signos de admiración, aunque este me pareció mucho mejor escrito que el de Titus. Otra impresión que me dio es que los relatos debieron de ser publicados en revistas, ya que en algunos se incluye un resumen de las aventuras anteriores del bárbaro. Las aventuras son de corte clásico, decantándose en algunos casos a una picaresca no tan extrema como los cuentos de Fafhrd y el ratonero gris, pero muchas veces el autor incluye giros, vueltas de tuerca o incluso parodias de escenas del género reconocibles.
El primer relato se titula "el tesoro del escorpión escarlata". Su estructura es muy particular ya que Tarra nos es presentado regresando de una aventura épica cargado de riquezas sin cuento, pero es atarapado por un codicioso comerciante que lo deja en un pozo en el sótano de su mansión y cada noche viene a interrogar al bárbaro sobre su aventura. Así se descubre como Tarra consiguió su riqueza, poco a poco, con el protagonista mostrandose moroso a la hora de soltar la información ya que el comerciante se dedica a enviar distintas expediciones de aventureros al templo perdido del dios escorpión que encontró el bárbaro, siendo todas y cada una destruidas debido a los peligros del camino. Cada expedición llega un poco más lejos debido a las piezas de información que va dando Tarra, el cual sabe que si suelta todo su captor lo matará. Asi se tira cuatro años, comiendo sobras y rumiando su venganza.
El caso es que si no quieres saber como acaba no te leas este párrafo, pero es que la cosa es tan buena que no puedo evitar soltarlo. La misma noche que el bárbaro consigue escalar el pozo es salvado por el dios escorpión, con el cual se había echado unas risas y este le había perdonado la vida. El caso es que el dios está hasta las narices que le manden grupos de aventureros al templo, que ya ni es perdido ni es nada, con lo que decide tomar cartas en el asunto y no limitarse a matar a los aventureros e ir directamente a por la raíz del mal. Los contratistas, con los cuales hace tal ejemplo que Tarra no pierde el tiempo en poner medio continente por en medio.
Tarra escapa al Este, hacia "las islas de Suhm-yi", para poner tierra por en medio, sacando como unico provecho una espada enjoyada que vale el rescate de un rey. Se hace amigo de un par de buscadores de oro, con los cuales escapa a las montañas para evitar un asunto de faldas y alli es atracado y dado por muerto por un grupo de bandidos, los cuales asesinan y matan a sus antiguos amigos. El bárbaro obviamente clama venganza y se pone a perseguir a la banda, la cual se ha internado en unas islas míticas en las que vive una raza prehumana para saquearlas aprovechando que dicha raza ha sufrido recientemente una extinción en masa.
Alli Tarra se encuentra con el último miembro de esa raza, una especie de profundo marca blanca la mar de majo, al cual ayuda a vengar la violación y asesinato de su mujer. El bicho es un humanoide psiquico, tiene la piel de plata, cresta, es anfibio y un gran arquero, el problema es que es pacifista, con lo que delega su venganza en el bárbaro, el cual obviamente se venga despues de una lucha épica en la que se rompe su espada.
Lo de la espada tiene mucha importancia, ya que en el resto de cuentos Tarra la porta tal cual y no la arregla, ya que considera que despues de todo lo que ha pasado la espada le trae suerte y aunque le falte media hoja se ha acostumbrado a ella y es capaz de acabar con cualquiera, con lo que cada vez que la pierde hace lo imposible por recuperarla. Ademas la lleva guardada en la funda para que no se note, ya que la mitad de las veces se libra de las peleas enseñando músculo y poniendo la mano en el pomo.
Despues de escapar por patas de las islas, Tarra se interna en el desierto y allí es salvado por un matrimonio en una ciudad en ruinas en "contado en el desierto". Estos le cuidan las heridas, lo lavan, alimentan y visten, contandole antes de dormir una historia. Esta es la que más se acerca al estilo de C. A. Smith, ya que es la típica de este autor que trata de un mago que ve venir un mal que no puede evitar y pasa por ello numerosas penalidades, acabando todo como el rosario de la aurora con muerte y destrucción por doquier. Es el indudablemente el mejor escrito y el más evocador, ademas de saltarse un par de clichés como que le den el palo.
Seguidamente el hrossak escapa corriendo de la ciudad perdida mientras suena teologia y civilización, llevando su espada enjoyada, las riquezas de los Suhm-yi y algo que pudo apañar por la ciudad en ruinas, topandose con "la maldición de los guardianes de oro". Aqui es robado y engañado por el personaje más jodidamente badass de todo el libro ya que es el equivalente cabrón de el Conde de Montecristo y obligado a internarse en un complejo subterráneo para robar el tesoro de un antiguo rey de reyes, despues de que el anterior grupo fuese masacrado por los guardianes de la tumba. Es el relato más de los mitos y tiene un final dolorosamente escacharrante, despues del cual Tarra roba unos camellos, se carga con el tesoro de la tumba, lo de los Suhm-yi, la ciudad perdida y la espada rota.
En "el beso de la Lamia" es robado nada más empezar por un grupo de ladrones de tres al cuarto, de los cuales logra huir y rescata a una muchacha que acaba de ser violada y vejada. La cuida y pronto se da cuenta que la muchacha en cuestión es más de lo que aparenta y que posiblemente sea lo más peligroso con lo que se ha topado. Si, lo del titulo, de hecho Tarra queda como la leche por haber sobrevivido al beso de tal ser, el cual aparece por lo que sé en más relatos.
A Tarra le dan otra vez el palo, cuando va a vengarse, ya que los asaltantes han sido ajusticiados por el rey de los ladrones de una ciudad cercana y este ya de paso se queda con todas las riquezas del bárbaro y la lamia. La escena del ajusticiamiento vendría a ser la siguiente:
Ladrones de tres al cuarto - ¡Hemos matado a la lamia y saqueado sus tesoros! ¡Somos los ladrones más osados de toda la ciudad!
GENTE - ¡¡¡¡¡Urraaaaaaa!!!!! -
Rey de los ladrones - ¿La lamia?
- Si.
- ¿La misma que maldecía estas tierras y cuyo miedo hizo escapar a la gente de esta ciudad?
- La misma.
- ¿La misma ciudad que nosotros los ladrones ocupamos?
- Esto... Si
- ¿Y habéis matado a la misma lamia que solo se comía a algún gilipollas que se encontraba con ella y nunca nos molestó? ¿La misma que cuyo miedo impide que los verdaderos dueños de la ciudad vuelvan con un ejército a reclamarla?
- La mis... esto... Yo... Nosotros...
- Matadme a estos idiotas, pillad el botín que le robaron a la lamia y evacuemos la ciudad.
Al final Tarra recupera su espada, lo de los Suhm-yi, la ciudad perdida, la tumba y ya que está pilla algo más mientras la lamia le salva su prieto culito y le va abriendo camino, pidiendo esta solo a cambio llevarse al rey de los ladrones como tentempié para una amiga.
Y así llegamos a "en el templo del terror" donde Tarra es estafado en una partida de dados, se venga y recupera el dinero, acto seguido lo apresan, le roban todo junto a la espada, dejándolo colgado en una plaza. Alli es rescatado por Amyr, el profundo pacifista, el cual ha decidido abandonar dicha filosofia y hacerse un multiclase ladrón/guerrero/arquero/psiquico, todo a nivel 20. De hecho es tan la hostia que Tarra queda relegado a personaje secundario y hay escenas en las que el tio protesta por ello ya que no puede lucirse debido a la excesiva molonidad de su compañero.
El enemigo de esta es un tal Gorgos, que se ha montado una secta en torno suyo y es un brujo que busca la inmortalidad. Hay un par de apuntes de la historia que me hacen sospechar que Lumley viajó en el tiempo y me robó un par de ideas de una campaña que ando escribiendo, pero eso carece de importancia... el caso es que la espada rota de Tarra resulta ser junto a otras tres los instrumentos que permitirán a Gorgos alcanzar su objetivo y ya de paso destruir a la humanidad. Un detalle gracioso es que el hechicero está maldito por la raza de Amyr por unas cosas que les armó, la cual le maldijo haciendo que todas sus maquinaciones siempre terminarían fracasando, lo cual es explicado por el brujo como una bonita historia de superación en la que aunque siempre fracase se termina alzando y acercándose cada vez más a su meta.
Al final Amyr liga y ya no es el último de su raza, Tarra tiene una escena de lucimiento, matan a unos cuantos guardias mientras estos hablan de que van a abandonar a su malvado amo, pillar un trabajo decente como asesino o ladrón y volver con sus familias, todo explota y la gente baila por las calles.
Y con esto termina el segundo tomo de la trilogía. Por lo que sé el siguiente es protagonizado por Tarra y la lamia, sirviendo como final a la historia y varios personajes secundarios, siendo ademas esta una novela en vez de una antología.
En fin, lectura altamente recomendable si te gusta la espada y brujería y creo que bastante desconocida, ya que el autor es fundamentalmente recordado en España por sus Crónicas Necromáticas.
El enemigo de esta es un tal Gorgos, que se ha montado una secta en torno suyo y es un brujo que busca la inmortalidad. Hay un par de apuntes de la historia que me hacen sospechar que Lumley viajó en el tiempo y me robó un par de ideas de una campaña que ando escribiendo, pero eso carece de importancia... el caso es que la espada rota de Tarra resulta ser junto a otras tres los instrumentos que permitirán a Gorgos alcanzar su objetivo y ya de paso destruir a la humanidad. Un detalle gracioso es que el hechicero está maldito por la raza de Amyr por unas cosas que les armó, la cual le maldijo haciendo que todas sus maquinaciones siempre terminarían fracasando, lo cual es explicado por el brujo como una bonita historia de superación en la que aunque siempre fracase se termina alzando y acercándose cada vez más a su meta.
Al final Amyr liga y ya no es el último de su raza, Tarra tiene una escena de lucimiento, matan a unos cuantos guardias mientras estos hablan de que van a abandonar a su malvado amo, pillar un trabajo decente como asesino o ladrón y volver con sus familias, todo explota y la gente baila por las calles.
Y con esto termina el segundo tomo de la trilogía. Por lo que sé el siguiente es protagonizado por Tarra y la lamia, sirviendo como final a la historia y varios personajes secundarios, siendo ademas esta una novela en vez de una antología.
En fin, lectura altamente recomendable si te gusta la espada y brujería y creo que bastante desconocida, ya que el autor es fundamentalmente recordado en España por sus Crónicas Necromáticas.