Señores, tengo que confesar una cosa. Al contrario de lo que pueda parecer por el blog a mi lo que me gusta es la CF.
(Insertar video en el que se me enfoca levantándome de delante del ordenador y empezar a cantar los pormenores de esta revelación, un número musical con gente bailando por la calle, yo volviendo a entrar en mi lugar de trabajo y seguidamente sentarme de nuevo)
No os riais. Mi primer contacto con la fantasía fue el Hobbit, el cual me regalaron para la comunión y lo tuve tirado durante unos años en un rincón debido a que leía a Asimov. Luego resolví ese asunto y durante unos años me hacia una lectura anual del Hobbit, el cual terminé sabiendomelo de memoria, pero eso es otra historia.
Hace muchos años, hubo una época en el que el péndulo estaba en uno de sus ciclos álgidos. El concepto de péndulo es que el furor por la literatura de género en España parece moverse por bandazos, cuyo último pendulazo para mí fue la desaparición de la colección Byblos, la cual vendía buena CF a 5 euros y que arrastró a un montón de revistas especializadas de la época. ¿Juego de Tronos y sus series? una mierda con lo de aquella época en la que había novedades mensuales y en la que que podías pillar cualquier libro de fantasia y te lo comparaban con Tolkien en vez del George Martin. Ahora es que se han perdido las forma y el respeto, joer.
El caso es que para mí España siempre ha sido más de CF que de fantasia, cosa que se notaba bastante en las librerias. Un ejemplo lo tenemos en la revista Valis, del grupo AJEC, el cual se lanzó a publicar una línea de bolsillo llamada Albemuth, que solia rondar los cinco euros y que me decidí a comprar. El primero fue "mala racha" de Contrina, una pasada cyberpunk en la que en el futuro los cuerpos se han vuelto obsoletos, hay un misterio a investigar, la conciencia es transferida a fundas que puedes diseñar y que... si es carbono alterado, la cual fue publicada sospechosamente en el mismo año que salió este relato ¿casualidad? XD
Como aquella me había gustado mucho me compré "mentes de hielo y noche" de Vaquerizo y... lo siento, pero un mojón. Teníamos una ambientación de la hostia DE LA HOSTIA (insertar un número de fuente aun mayor), pero luego esta no tenia apenas repercusión en la trama y podía haberse ambientado perfectamente en un pueblo con cuatro viñas de la Rioja en vez de una Europa con un régimen impuesto por el Vaticano que ha dado un golpe de estado para controlar la nanotecnologia. Aun así me quedé con su cara, bueno, mejor dicho el nombre (eso de Vaquerizo te queda si o sí)
El caso es que el año pasado me topé en el Celsius con una caseta de la editorial Cerbero. Esta es bastante joven y la conocía por ver sus ebooks en lektu, Me llamaba la atención ya que parecía haber recuperado un poco el espíritu de Albemuth, con CF española en papel a un precio de risa (5 míseros euros) y portadas horribles, aunque en su descargo tengo que decir que son mejores que las de Byblos, cuyas portadas de CF eran más feas que pegarle a un padre. Ojeando por encima ví una novela de Vaquerizo, la cual según su sinopsis era CF con funcionarios que creaban religiones... así que decidí darle un tiento a la editorial y al autor.
Imagen propiedad de Cerbero. |
El protagonista es un mendigo en un planeta de mala muerte, que es curado de su ceguera por un profeta, al cual se pega como una lapa cuando los lugareños deciden que es mejor descuartizarlos y vender sus huesos debido a que la santidad anda muy cotizada. Asi termina descubriendo que el que le ha curado se llama Isaias, el cual junto a su compañera Elena son dioseros, funcionarios al servicio de la Gran Administración. Esta administración es la organización más poderosa del universo conocido y basa su poder en que ofrece bienes, servicios y protección si entras dentro de su cultura. Esta asimilación en apariencia buenrollista se lleva a cabo con los planetas atrasados mediante los dioseros, los cuales son como Bene Gesserit pero con mejor gusto al vestir y muchísimo menos estiradas. Aunque conservan el mismo gusto por los ritos de iniciación bizarros de esos que generan traumas mentales y que son para echarse unas risas en el bar unos años despues.
Lo mismo pero con pelo e inserción laboral masculina. |
Los dioseros son como los hipsters del clero. Básicamente tu estás con tu religión, adorando a tus dioses caníbales, como te inculcaron tus padres y vienen los dioseros, te dicen que tu dios no mola, que es mucho mejor el fulanito "dios del comercio" que lanza rayos y no se come gente, que ellos lo adoran desde que era una nota al pie de página del prólogo de su libro sagrado. Si no les haces caso se te lian a lanzar milagros hechos con efecto de ordenador (llamados DM ¿coña marinera?) y a criticarte por foros y redes sociales hasta que la gente se pasa a esa religión mas trending. Unos cientos de años de maduración social después, se te presentan los funcionarios del ministerio ofreciendo ¡oh casualidad! comercio ¿por qué tu sociedad valora el comercio de siempre, verdad?
El protagonista es de los sencillinos, su función en la historia es decir ¡ooooooh!, hacer preguntas, escuchar lo que le contesten y vivir enamorado platonicamente de Elena. Esta figura es genial como introducción, ya que vemos a través de sus ojos el mundo de los funcionarios, el cual es como la Cultura de Banks, con el mismo gusto por la arquitectura estelar sin presupuesto base de aquel. De esos de "¿planeta acuatico? eso es una mierda hombre, a mi me pones un planeta cuenco de metal rellenado de agua en el que navegan transatlánticos del tamaño de varias ciudades. Y me lo partes por la mitad en un párrafo con un láser orbital de los gordos."
Los funcionarios viven en el Anillo, el cual es como un mundo anillo de Nivel pero hecho por un tio del Norte. Un anillo discontinuo en el que cada placa equivale a varios mundos desmantelados, alisados y diseñados para contener una sección administrativa. Desde allí los distintos departamentos gobiernan el brazo de la galaxia y asimilan las miles de comunidades dispersas de la humanidad, la cual ha perdido hace miles de años su historia y ya no saben ni de donde vienen. A esta expansión humana se le llama la Diáspora, la cual te deja caer que incluye tecnología de esa de hecha a lo bestia, IAs rebeldes, cruzada de las máquinas, caídas en un estado Mad Max, imperios en guerra y oscurantismo. Como la Orden Estelar, la Fundación, Traveller o el espacio en el que se desarrollan la mayor parte de las novelas de CF de Vance. Al igual que este hubo una era oscura en la que la humanidad perdió contacto consigo misma y muchos planetas se vieron aislados durante de miles y miles de años, haciendo que en algunos casos alguna rama de la humanidad evolucione hasta tranformarla en algo completamente diferente, física y psicologicamente. Los dioseros se encargan en infiltrarse y reconducir "amablemente" a estos descarriados para que se integren administrativamente.
Como veis la ambientación tiene mucho potencial.
Podemos decir que la novela tiene dos partes. En la primera el protagonista se dedica a hacer preguntas sobre el entorno y se nos presenta la Administración. En la segunda, como mandan los cánones, eso de andar diciendo que eres el mayor poder de la galaxia no es cierto y aparece un enemigo al que parece imposible de vencer. En esta segunda parte se produce un giro que no revelaré, pero que me pilló a pie cambiado y que básicamente es un "a la mierda con todo" que da un vuelco a lo mostrado con anterioridad.
Vale, una pista spoiler. Es de origen místico.
El caso es que aquí tengo que hacer un inciso. Odio de forma irracional yoderadamente visceral toda historia de CF o presuntamente histórica que de pronto en un capitulo pega un salto y se mete en lo sobrenatural, el cual se adueña del argumento y te cambia todo. Lo aborrezco sobretodo si no parece venir al caso, sin pistas previas; no como en Dune, en el cual el misticismo impregna todo y sabes a lo que vas desde la primera página. La mayor parte de las veces me daba la impresión de que el autor no sabia por donde meter un giro de tuerca y tira a lo fácil. Hay veces incluso que es que parece que se esfuerza en adoctrinarte sobre esa religión y lo mucho que mola su sistema social, místico, mágico o que vivíamos mejor cuando adorábamos a la madre tierra. Vamos, que lo de antes no pintaba nada y lo que quería el autor en realidad era meter ángeles o dragones contra naves.
Esto me hizo torcer el rostro, pero tengo que decir una cosa, el libro tiene tanta retranca y se conjunta tan bien con todo lo anterior que me ha gustado.
Un defecto que le veo a la novela es que el autor mete unos saltos de acción brutales, como si te entrase a machete en la narración y decidiese que ya estaba bien lo que te estaba contando y que es mejor pasar a otra cosa. En este caso creo que el machete es literal, ya que el de la editorial me comentó en Aviles que el Vaquerizo parece tener el mismo concepto de las medidas como el de "ponme como pa una boda" (aviso que no son esas mismas palabras) Mientras que el resto de novelas de la editorial rondan las ciento y pico páginas la de Vaquerizo sobrepasa las doscientas y la segunda parte se mete en trescientas y un cacho gordo (¡POR EL MISMO PRECIO!) De hecho en la segunda novela hay directamente coñas sobre los saltos narrativos, asi que supongo que ya se lo dirían antes.
Resumiendo: recomendable y por ese precio un regalo.
La segunda tiene pinta de ser incluso mejor, ya que por lo que llevo parece una precuela situada cientos de años antes durante una de las eras oscuras de la Administración. Con sus batallas navales, hostias militares y protagonistas que no hacen preguntas a la gente que le rodea.
AGH propiedad de Cerbero. |
Las compras del Celsius. La de 36 llevo la mitad y tiene muy buena pinta, ya lo comentaré junto al segundo de la enseña de elefante y el guacamayo. El de Conan informo que tiene serpientes, serpientes con tetas y serpientes con tetas montandoselo entre ellas. Raft fue por completismo, de los Xelee es la más floja y se nota que es primeriza.