jueves, 30 de junio de 2016

Ambientación salvaje: los Kibgak



"Nací en el Norte de Hiperborea.

Hiperborea, donde el vino es oscuro, níveos los pechos de sus mujeres y la muerte puede adoptar numerosas formas, algunas veces incluso hermosas.

El Norte, donde habita mi pueblo, los Kibgak. Un páramo helado de blancura ultraterrena por la que bagan inmensas montañas lanudas de largos cuernos de marfil y el oso acecha el rastro del hombre durante semanas.

Pocos recuerdos tengo de mi niñez en mi pueblo natal. Por lo que sé era un simple asentamiento nómada que seguía las rutas de migración de los Qaqqaq, alimentándose de su carne y cubriéndose con sus pieles.

En el Norte la carne es todo. Te nutre, mengua la mordida del frio y te mantiene en pie para otro dia en ese infierno blanco.

Kibgak de caza junto a unas piedras silbadoras
consagradas a Itak.
La carne es moneda de cambio cuando es convenientemente desecada y congelada. Tal es su importancia que cuando un hombre ha cometido un crimen se le arrancan los dientes para que no pueda masticar y se le arroja al yermo donde su cuerpo no alimentará a la tribu y su alma no será liberada para que se una al rio invisible de Itak.

Pero todo esto lo supe después, ya que como he dicho he nacido varias veces. La primera a través de mi madre, la segunda fue con aquel que me puso el yugo de la esclavitud.

De mi infancia solo recuerdo tres cosas, el blanco que devoraba todos los colores, los golpes de mi primer padre y las manos de mi madre.

La nieve y el hielo del glaciar lo llena todo, blancas son las pieles con la que se cubren los kibgaks, blancas son sus tiendas y blancos los huesos con los que fabrican las puntas de sus lanzas.

Tal vez por eso fui tachado de agloolik, ya que mi cabello era rojo como el fuego en vez de negro como el del resto de mi gente. Nadie me llevaba en su canoa en la pesca debido a que podía atraer la muerte, ya que cada vez que alguien moría en una partida de caza o se lo tragaba el glaciar era culpa mia.

Cuando gané mi Qernertoq este me fué negado, la marca negra que distingue a cada clan o tribu de Kibgak obtenida al cazar mi primera presa y ofrecer la carne al resto de mis vecinos. Con lo que el rostro de el gato de la nieves no adornó mi rostro y fui un paria dentro de mi propia gente.

Todo eran golpes para mi, pero nada de el cuchillo de piedra de los sacrificios ya que tal vez mi muerte trajese una desgracia mayor ya que era un enviado de Silak, el dios del viento que es conocido como Itak en el resto de Hiperborea, un alma marchita marcada para ser tratada con desprecio y asi redimir las culpas de la tribu.

El peor era mi padre, ya que vivía en su tienda y por tanto tenia más tiempo de darme de palos. No pasaba noche sin que me machacase a golpes, lo cual por otra parte me endureció el cuerpo. No hubiese sobrevivido sino hubiese contado con mi madre, la cual curaba mis heridas cuando su marido estaba fuera de caza, lo cual le valía algún golpe para ella.

Lo hacia en silencio, ni una palabra amable, ni una sonrisa. Solo el amor de sus manos.

Por eso volví al Norte cuando cumplí la mayoría de edad, busqué los restos de mi tribu y devoré el cuerpo de mi madre alli donde la nieve la cubrió para que pudiese volver a Silak.

Nada para el resto y menos para mi padre. Que sus cuerpos ennegrecidos yazcan como piedras bajo el Blanco lejos del viento.

Allí fué donde perdí el dedo pequeño de la mano derecha, ya que se me quedó tieso como un palo de tanto escarbar en la nieve y se me cayó un tiempo después. Ahora lo guardo en una bolsa junto a los dientes de mi madre.

Tal vez los shamanes decían la verdad sobre mi pelo rojo o por lo menos así fué para ellos cuando ocurrió mi segundo nacimiento.


Ese fué el dia que mi segundo padre atacó la aldea junto a los suyos, mató a mi familia, a los que osaron tomar las lanzas para defenderse y a los viejos que no podían caminar..."

"Yo, Iaoch" Fran Kane, editorial Brumera 1993


Si alguien escoge ser un Kibgak tendrá las siguientes características:


El aliento es de Itak, la carne de la tribu. Los Kibgak practican el canibalismo, pero este tiene un carácter ritual ya que solo consumen la carne de los fallecidos pertenecientes al grupo familiar o de la tribu. Esto según creen libera el alma del muerto y permite que parta a fundirse con Itak, el padre del viento.

En la mayor parte de Hiperborea el canibalismo es considerado una costumbre salvaje y propia de Daoines con lo que se ve con ojos recelosos a los Kibgak y esto les proporciona un -1 al carisma.

No puedes atar lo que no tiene cuerpo. Los Kibgak no transmiten su saber mediante la escritura ya que consideran que su aliento es sagrado debido a que es el aire que Itak insufló en su pecho al principio de los tiempos, cuando sopló para apartar el manto de oscuridad. En ese aliento viajan las palabras y atarlas a algo físico es como hacerlas morir.

Un Kibgak no puede aprender a leer ni a escribir.

El Blanco habita en mi y me da fuerzas. El frio de los glaciares y y los hielos perpétuos parece que se les ha metido bajo la piel. +4 a resistir los efectos negativos ambientales basados en frio.

Aprende a leer las señales del Blanco. Los Kibgak son conocidos por ser cazadores consumados que pueden pasar días y días detrás de una presa. Comienzan con d6 en rastrear o supervivencia y otro d6 en disparar, ademas que disfrutarán de un +2 a las tiradas de notar.


Equipo

El Kakivak es una lanza comúnmente usada para la pesca y la caza. Se caracteriza por disponer de tres puntas dispuestas en forma de horquilla en las que las exteriores son flexibles y actuan como si de un cepo se tratasen.

La punta central penetra en la carne y las exteriores se abren para atrapar la extremidad o el cuerpo de su víctima entre dos dientes.

Las puntas suelen estar fabricadas en hueso CdM 0 o en cobre CdM 1 producto de algún intercambio con el sur.

Si se impacta con un aumento la víctima quedará agarrada.


NOMBRE
DAÑO
Precio
ALCANCE
NOTAS
Kakivak
FUE+d6
Rara lejos de los glaciares del Norte

1 rueda de oro y una de plata (150 cuñas)
1
Si impacta con un aumento la víctima queda agarrada.



Típica pintura tribal de los Kibgak. Algunos sabios afirman
que las marcas son una evolución del sistema de cubrir el contorno
de los ojos con pintura negra para protegerlos de el brillo
del sol sobre la nieve.


Kakivak.


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