miércoles, 5 de mayo de 2021

Allende la Mar Cuayada (XXIV): Nada puede detener la fuerza de un argayu.

 

 En la última sesión de testeo de la Mar Cuayada me pasó algo cuanto menos extraño (teniendo en cuenta que les persiguió una casa por la calle Rivero de Avilés y la lograron despistar soltando unas vacas y un perro vestido con la falda de una chica).


- Entonces, el mundo toma el color de una intensidad blanca como la de un folio en la que serpentean palabras que ya visteis anteriormente, como «obligación, deber o futuro». Del suelo del pajar surge la casa del indiano, cuyas tejas forman una larga cadena que atenazan a la chica, mientras su amante toca la guitarra desesperado. En la oscuridad de la noche surge una figura cubierta con una armadura de doradas pesetas y en cuya mano porta una ristra de longanizas a la que lleva atados a un grupo de aduladores. De una grieta del entrelineado aparece una gigantesca biblia que al abrirse suelta una riada de santos de mirada acusadora, sobre los cuales sobrevuela impulsada por sus faldones la figura de la madre. En el borde de la página del mundo, una inmensa cabeza de pétreas facciones comienza a asomar, con un ceño fruncido bajo cuya sola contemplación os hace sentir culpables y… venga sacad iniciativa.

- Espera, que lo hemos estado hablando. Por lo que cuentas esto son como representaciones físicas de los conceptos y realidad de los PNJ ¿Si? Pues queremos derrotarlos con nuestra propia chuleria y hablando para anularlos.


DRAMATIZACIÓN


La cosa me moló mucho, con lo que reduje el enfrentamiento final a una serie de tiradas enfrentadas, en las cuales cada jugador debía de desarrollar una escena de molonidad chulesca o que esgrimiese una serie de conceptos que anulasen a su contrario. Se gastaron todos los benis en repetir tiradas, pero la cosa creo que funcionó y todos se lucieron. Así que creo que voy a implementar esa mecánica, conjuntándola con la de resolución rápida de escenas de Savage Worlds.


ESTO FUÉ UN ATAQUE.


ARGAYOS

Los agentes son individuos excepcionales con capacidad de esgrimir sus propios argumentos, darles consistencia y emplearlos como arma. Esto puede tomar distintas formas, como frases hirientes, sonrisas torcidas que harán darse cuenta a sus enemigos de que han cometido un error o la simple capacidad de emplear cualquier cosa de su entorno como arma. A todo esto lo llamaremos Argayu, el cual significa en Asturias un movimiento de tierra y piedra, una avalancha de fuerza arrasadora e inevitable. También viene a escenificar algo estruendoso y colosal.

Para realizar un argayu, un osero deberá de alimentarlo y canalizar este derrapaje de toda lógica con la potencia dramática bruta de una evidencia recolectada durante la misión. Dicha evidencia será gastada y permitirá al agente narrar una escena en la cual hará valer su narrativa para empequeñecer a las de los demás de forma contundente. En términos de R.O.L., esto seguirá las mismas reglas que la resolución rápida de escenas del manual básico, pero con ciertas diferencias. El osero describirá una escena espectacular que manifieste su completa superioridad sobre los que se le oponen, empleando para ello una de sus habilidades, poderes o Atributos de forma consensuada con el Relator. Si no hay consenso, el Relator tendrá la última palabra. Seguidamente se realizará una tirada enfrentada contra el equivalente de su adversario sin tener en cuenta los modificadores negativos por herida en ningún caso, causando el ganador una herida si tiene éxito y una adicional por aumento. Cada aumento afecta a un extra adicional, pero en el caso de los comodines solo se admitirá un éxito. En caso de pifia, el afectado sufrirá 1d4 heridas. Cualquier herida puede ser absorbida.

Los argayos no deben de repetirse demasiadas veces, ya que la fricción dramática los desgasta con el uso y se vuelven romos. Queda a juicio del Relator cuando son y dejan de ser efectivos. La escena no tiene porque ser necesariamente una proeza física, sino que incluso puede ser una bravata intimidante o simplemente aparecer con las manos en los bolsillos y un vientecillo que hace saltar unas palomas. En todos los casos se genera una narrativa opresiva que puede atenazar y debilitar al contrincante.


A continuación, unos ejemplos de Argayos:

  • Subir corriendo por el garrote de un ojáncano, pegarle una patada a un clavo grande como una viga, arrancarlo y darle en el ojo con el. (Atletismo)

  • Soltar un «¿onde donde vais, raposos?» mirando de lado mientras se aparece subido a un lugar alto e imposible, lo cual hace que el enemigo se replantee su vida y estudios. (Intimidar)

  • Tirar una puerta abajo de un hórreo y hacer equilibrios sobre ella mientras se baja por la calle principal del pueblo, haciendo que los enemigos salgan catapultados a los lados (Conducir).

  • «Simple y llanamente, voy a mataros con este vaso de sidra. Y luego invitaré a vuestras madres a comer un cachopo bien empanado (gesto obsceno)» (Pelear).

  • «Porque soy Sherlock Holmes y a callar todos» (Persuadir).

  • Enter the Gaueko de entre la sombra gigante de una nube de tormenta. «En realidad todo esto lo tenia previsto (flashback deus ex machina que igual convence las dos primeras veces)» (Tácticas).


Consideraciones:

Si, he mezclado un sistema para molarse con escenas de acción con mi otro sistema de investigación. El caso, es que creo que seria extrapolable tambien a partidas normales en las que prime la acción, en este caso usando Benis. No lo aplicaría en la Mar Cuayada, ya que alli los PJ ya de por sí son algo muy poderoso y tienen multitud de herramientas para enfrentarse a todo. Esta simplemente seria una más en la que se la juegan con cierto riesgo.



La imagen la saqué de aquí.

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