sábado, 26 de abril de 2014

Deadlands I o III (actual play: el musical) Canciones y bailes en el Foso


(La cámara se acerca entre la oscuridad de las matas y enfoca a un grupo de hombres de los que solo se vislumbran sus contornos en torno a un fuego sentados sobre unos troncos recién cortados, uno de ellos tiene un banjo en la mano y canta mientras es coreado por el resto de hombres que sostienen botellas de barro en alto)


Ahora que estais sentados,
agarraros los machos,
pues voy a contaros una historia,
una leyenda sin par.

Cuatro eran los bravos, cuatro eran los héroes de este relato,
cuatro más uno ya que a la mitad una jugadora se unio.
Coro: una jugadora se uniooooo.

Eran hombres bragados, de los que escupen de soslayo,
y caminan derechos como paaaaloooos.
Tú el monje,
Tú el Cientifico,
Tahur,
y el Pistolerooooo. 

Cuatro estrellas consiguieron y sobre sus pechos lucieron,
y los cuatro dijeron que de los Pozos eran la leeeeey.
Coro: De los Pozos somos leeeeey.

Hicieron enemigos,
con Sorthon se enemistaron,
a un chico de la soga salvaroooooon.
Al barman finiquitaron,
del Saloon se adueñaron,
y a diez hombres y pico en los Pozos matarooon,
y a dos zombis apalizarooon,
y de estos ultimos "son una sidequest" afirmarooooon.
Coro: Una sidequest afirmarooooon.

Cuatro dias pasaron,
el pueblo limpiaron,
a un chico con su chica arrejutaroooon.

Por el pueblo se pavonearon,
sus estrellas brillaron,
y los hombres  y mujeres les saludaron al pasaaaar.

Sobre sus caballos montaron,
y con el sombrero saludaron,
recortados contra el sooooool,
para luego al pueblo volver,
despues de la pose hacer,
ya que de los Pozos son la leeeeey
Coro: ya que de los Pozos son leeeeey

Pero pronto la calma se fue a la cama,
 ese furcia esquiva que en toda buena historia
con la coherencia se va a caminaaaaar.

Un hombre apareció,
en la calle se derrumbó,
y tieso se quedoooo.

¡Problemas a la vista!,
¡una aventura digo yo!,
¡el gancho ya tenemos,
en nuestras mulas montemos y los PXS busquemoooooos!.

Coro: los PXS busquemoooooos y con los tesoros arrablemooooos.

(La cámara se aleja y enfoca el cielo estrellado mientras la imagen se difumina)

Un grito rasga el aire una fría mañana en el pueblo de los Pozos cuando un hombre y una chica aparecen tambaleándose en la calle principal. El hombre viste una sotana polvorienta con la tela gastada a la altura de sus rodillas y sus labios cuarteados indican que lleva tiempo bagando por la sierra. La chica en cambio lleva pantalones blancos y camisa negra y se encuentra en mejor forma que su compañero.

El hombre es un monje franciscano y si alguien lo ayuda o lo interroga lo único que surgirá de su boca es un quedo susurro “...todos muertos... el relicario,... el relicario.” Su hombro derecho está cubierto de sangre.

Fueron atendidos por los Pjs, los cuales los recogieron y llevaron a la oficina del marshall donde tendieron al hombre en un camastro y llamaron al doctor del pueblo, el cual respondia al nombre de Garcia Oviedo y dictaminó que el hombre sufría de desnutrición y de cansancio.

Por la chica, que se llamaba Juanita, averiguaron que el hombre se llamaba Rafael y es un fraile de una de las misiones franciscanas de la zona. Hace tres dias, no sabría decir exactamente cuantos, su misión fué atacada por un grupo de bandidos “... eran sobre diez o más y... y... entre ellos estaba Manuel ¡Dios mio! Si era un niño cuando lo acogimos. Manuel sabia lo del relicario.” Manuel es un mestizo medio indio que la congregación acogió y educó desde niño escapando de ella hace dos años cuando contaba con catorce veranos, parece ser que se ha buscado malas compañías en ese tiempo. El relicario del que habla Rafael es la reliquia del convento, una caja de plata adornada con filigrana de oro que era usada durante la misa para guardar las hostias bendecidas. La caja estaba tiznada con hollín y pintura para ocultarla de ojos codiciosos con lo que solo alguien que conociese el secreto sabría de su verdadero valor el cual seria cerca de 3000 dolares.

Y pronto la voz,
la voz se corrió,
puños en alto,
una recompensa se ofreciooooo.

Alforjas al lomo,
el pie en el estribo,
con los dientes prietos con rabiaaaaa.

Juanita dijo "reconocerlos se como"
"¡pues partamos sin demoraaaaa!"
dijeron los PJJJJJSSSSSS
Coro: dijeron los PJJJJJSSSSSS

(la camara se aleja de los jugadores alineados mientras estos señalan al espectador)


Y así se perdieron en el horizonte...

-¿Teneis montar?
- No
- No
- No, espera... un d4
- No

Y así, con cuidado y sin poner los caballos al trote marcharon recortándose contra el sol del amanecer, con la promesa de una recompensa de 500 dolares por recuperar el relicario y 100 dolares por los desalmados, vivos para ser judgados y hacer ejemplo público.

Eran simples ayudantes del Marshall con lo que su jurisdicción era tan larga como la distancia que recorriese uno de sus escupitajos pero aún asi los jueces suelen hacer la vista gorda y si lograban traer a los malnacidos y el relicario era una buena inyección de dinero ya que los bandidos eran mas de diez. Eso sí, podian tener problemas de jurisdición si otro sheriff reclamaba a los bandidos ya que este tendria todo el derecho de quedárselos si estaban en su territorio.

Visitaron el convento franciscano donde dedicaron algo de tiempo para enterrar a los muertos y rastrearon un rastro que llevaba ya frio varios dias. Preguntaron en varios campamentos de braceros mejicanos e interrogandolos descubrieron que el grupo de huidos no parecia dirigirse a la frontera como habian supuesto sino que habian enfilado al Oeste.

Desde el Gran Temblor la costa de California se habia dividido en una serie de pequeñas mesetas comúnmente colonizadas por piratas chinos, integristas religiosos, anarquistas y mineros, con lo que supusieron que los malnacidos pensaban aprovechar el ambiente caotico para ocultarse un tiempo. El rastro que les indicaron llevaba a la meseta más cercana la cual era conocida por el nombre de Foso.

- ¿Foso?
- Tiene un foso en medio. Foso.

Y así partieron. Entre los encuentros aleatorios de viaje les salió un grupo de soldados norteños muy lejos del frente que parecían más bandidos que soldados y que exigió un peaje por pasar pur su zona. Como consideraron que era poco decidieron guardar las pistolas en las fundas y pagar con gran dolor en el corazón del tahur.

Y así, despues de un par de dias de viaje llegaron al borde del mar y ante sus ojos se extendió la majestuosa visión de las mesetas azotadas por el oleaje.

El único acceso a la mesa de Foso era a través de un ferry conducido por un viejo piojoso llamado Henry que no hacia más que asetarlos a preguntas para no aburrirse mientras manejaba la cuerda del ingenio. Lo interrogaron sobre los mejicanos ante lo cual el viejo movió la barba y dijo que “estén tranquilos que siguen en el pueblo ni piensan marcharse por lo que el sabe”

- Por cierto, los caballos tambien pagan tres dolares por cabeza.
- Por Dios, nos estan saliendo caros los mejicanos.
- ¿Van a venderlos? Es que les van a salir caros mantenerlos y la cecina está cotizada en Foso...
- Que nos deje en paz.
- Pues yo se lo advierto, que lo se yo muy bien, que hay que traerlo todo de fuera.

Llegaron al borde de una ensenada donde se bajaron y subieron a la meseta a traves de una pasarela que recorria todo el borde de esta. En su cúspude se toparon con dos individuos que acunaban un par de escopetas entre sus brazos y sin mediar palabra les señalaron un cartel que rezaba "no se admiten armas de fuego en las calles de Foso"

Un par de tiradas de persuasión y mostrar sus estrellas les dio via libre y se quedaron con sus armas ya que estaban en una "investigación"

Foso es un pueblo minero situado en una de las numerosas mesas de tierra que conforman la viaja California. Es una extensión de tierra circular de varios kilómetros en cuyo centro se abre una profunda sima que le da nombre al pueblo que se aposenta a su alrededor.

De la sima surge una ordalina de maderamen, cuerdas y poleas que crujen continuamente debido a al trabajo o al fuerte viento que viene del mar.

Todo el mundo parecía vivir en tiendas situadas de forma caótica alrededor del foso. Pocos edificios habia de madera, un ode los cuales era la iglesia y había un par de construcciones de adobe.

Decidieron que lo mejor era ir a hablar con el Marshall local sobre el asunto del relicario y preguntando a los lugareños les dijeron que su oficina estaba al lado de los cadalsos con lo que no tenian perdida.

Las horcas estaban alineadas sobre una sencilla terraza de madera que pendia sobre las profundidades del foso. Eran cinco y cinco eran los cuerpos que pendian de ellos.

"Son ellos" dijo Juanita escupiendo a un lado "por lo menos parte" "Y alli penden 500 dolares que han volado" dijeron el resto de jugadores. 

"¿Que les trae al pueblo?"
"¿Tienen una cuenta pendiente con esos caballeroooos?"

Era un hombre sin igual,
sin par en todo Foso.

Mostacho encerado,
sonrisa de lado,
corbata anudada,
camisa lavada
y en su sombrero una banda de cartas de plataaaaa,
"me las pido prime" dijo uno de los PJS con mirada sesgadaaaaa
Coro: sesgadaaaa.

Cuatro hombres lo acompañaban,
cuatro miradas torcidas echaban,
manos en las culatas llevabaaaaan.

"Soy el marshall de Foso,
como Randolph respondo,
y a esos hombres he tenido que ajusticiar"

"Una reyerta en taberna,
gritos y puños en alto,
Una cosa cierta que solo el cañamo sabe resolveeeeer"
Coro: Solo el cáñamo sabe resolveeeeer

"¿Un relicario dice usted?
De eso nada sabemos,
¿los otros cinco dice usted?
siete más diria yo.
El miedo en el cuerpo metimos,
y de Foso se fueron corridos,
como debe seeeer,
pues en Foso solo al cáñamo has de temeeeeer"
Coro: Solo al cáñamo has de temeeeeer"

(La camara se aleja del Marshall agarrado a un lado de una horca haciendo un homenaje a "bailando bajo la lluvia")

Las cosas pintaban mal, media recompensa colgada, los otros huidos y el relicario sin aparecer. Aun así decidieron quedarse en el pueblo un dia más antes de partir ya que el Marshall algo tenia que no inspiraba confianza.

Pidieron un par de habitaciones en un hotel de mala muerte con sabanas sudadas y chinches en lso colchones. Y se pusieron a investigar un poco por el pueblo ¿y que mejor sitio donde empezar que en el Saloon?

Este era un toldo grande con un suelo de tablones, con el barman sirviendo en una barra que eran dos toneles con una tabla encima. Los parroquianos bebian y jugaban en un par de mesas y taburetes por el resto de la estancia.

Asi se enteraron que Randolph era un Marshall respetado y temido ya que muchos habian terminado colgando de la horca "... y mire usted, algunos solo por levantar la voz. Pero eso ayuda a mantener en orden el pueblo."

“... esos tipos andaban gastando el dinero como si les quemase en las manos. Uno de ellos me llegó a pagar con un rosario de plata.” 

“... lo cierto es que esos mejicanos armaron revuelo hasta que Randolph hizo aquellos juegos de manos delante de sus narices. Sacó una baraja de cartas de la manga y los malnacidos se quedaron mirándole embobados como idiotas hasta que tumbó a uno con la escupidera y del resto se encargaron sus hombres.”

"Hostias eso me suena"
dijo el Tahuuuuur.

El pistolero entabló conversación con uno de los lugareños el cual le contó que "Foso no esta mal, la piedra fantasma es muy abundante y las putas y el alcohol son baratos. De lo único que tenias que tener miedo era de los Hijos de Puta."

- ¿Lo qué?
- Si hombre, los bichos locales. Los llaman Taburetes y viven en el foso, hay dos clases, los Hijos de Puta y los Bastardos. Los Bastardos son los pequeños y a los grandes los llamamos Hijos de Puta, los Bastardos atacan en manadas y apabullan a la presa, cuando están comiéndola llegan los Hijos de Puta y les roban la comida con lo que los Bastardos tienen que buscarse las lentejas en otro lado.
Ocasionaban muchos problemas pero desde que llegó el Marshall las cosas empezaron a funcionar...
- ¿Y eso?
- Oh, vera...

Entonces el hombre enmudeció mientras el pistolero observó como miraba nervioso por encima de su hombro.

Una tirada de Advertir después le permitió descubrir que uno de los ayudantes del Marshall andaba rondando cerca. En esto el hombre se levantó y dijo que no había nada más que hablar.

Peligrooooo
Coro (chasqueando los dedos detrás del pistolero): Peligroooooo

El pistolero dejó su silla y decidió volver al hotel a informar a sus compañeros.

Master: - Cuando te acercas al hotel pasas al lado del foso, bueno realmente todo esta cerca del foso, el caso es que vislumbras el cadalso y... hazme una tirada de Advertir/Notar
Jugador: - Pasada.
M: - Ves uno de los colgantes cuerpos emprender un extraño baile agitando levemente los brazos como si hubiese algo tironeando de el.


El caso es que el jugador continuó andando y se reunió con sus compañeros en el hotel, el cual por cierto tenia más vida en un solo metro de sus colchones que en todo el pueblo de Foso. Alli les contó lo sucedido y determinaron que lo mejor era coger por banda al del bar cuando saliese y hacerle unas cuantas preguntas más.

El caso es que el pistolero empezó a rondar por los alrededores y (tirada) resultó que el que andaba buscando no habia terminado su cerveza y estaba en la cantina. Después de aguantar un tiempo en la oscuridad aguantando la rasca el pistolero observó como su objetivo se despedía de unos amigos y se internaba entre las tiendas.

El hombre parecía bastante contento con sus mejillas enrojecidas por el alcohol y andaba dando traspiés, así que el pistolero se acercó a el y tomándolo del brazo y una buena tirada de persuasión convenció al minero para seguir la fiesta en otro lado.

Consiguió arrastrar al hombre hasta el hotel después de que este insistiese en esquivar la zona de las horcas ya que "los hijos de puta salen de noche a comer"

Una vez en su habitación de hotel y mientras el chino vigilaba en el pasillo a través de una ventana al parroquiano se le fué la borrachera de golpe cuando empezaron a interrogarlo y empezó a cantar.

El acuerdo era simple
y el trato justo.

Ellos se quedaban a los malos
y en el pueblo quedaban los buenos....

Coro: Los buenoooos...

El marshall hacia su trabajo
y detenia a todo indecente, malandrín o vago
y a todos  los ofrecía al diablo
que los colgaba de su rabo.

Coro: del raboooo...

Ya seas del Norte o del Sur,
del Este, Oeste o Mejicano,
que la soga da el mismo trato,
pues en este pueblo...
Coro: Solo al cáñamo has de temeeeeer"


El hombre nervioso y entre canciones les contó que los Hijos de Puta tenían acogotados a los mineros desde hacia mucho tiempo, en el foso había una beta muy rica de roca fantasma pero los bichos causaban muchas bajas entre ellos y la gente atemorizada no se atrevía a picar la dura roca a menos que estuviese muy desesperada.

Entonces llegó el nuevo Marshall y con el beneplácito del banco de los rocosos dijo que "lo que pasa es que en este pueblo no se respeta la ley y el diablo pasea sus respetos sin pudor" Empezó a limpiar el pueblo con sus ayudantes y a todo que no respetaba su ley lo colgaban al borde del foso donde los Taburetes se los comian por la noche.

Esto pareció contentar a los Hijos de Puta y dejaron tranquilos a los mineros. Si habia que colgar a algún idiota por gritar mucho a las dos de la madrugada a cambio de poder picar la roca, bueno... era un buen precio a pagar si no eras ese idiota.

En ese momento un grupo de hombres irrumpieron en la habitación, guarda polvo enfundado y  escopeta presta.

- Tu quedate en la puerta, tu apunta al chino,... ¿Que tenemos aqui? Tantos hombres reunidos en una habitación no puede ser bueno ¿te han molestado Jack?
- No señor, solo preguntaban.
- Señores se les acusa de secuestro y atentar contra la paz asi que no se me pongan tontos y arrojen sus cintos al suelo.


Mientras tanto, en un bosque perdido...


Japón


Rusia


Una partida de rol en España.







Dos segundos después de que el Cientifico Loco hiciese honor a su nombre, echase mano a su culata saltandose sus anteriores interpretaciones en la anterior aventura de esperar a que los otros desenfundasen primero, de ser una persona pacifica y demas...

El pistolero yacía en el suelo con un ojo reventado por la metralla (que guay ya tengo a un "valor de ley en la partida") después de cargarse a uno de los ayudantes del sherif lanzándose al suelo a coger su cinto, Juanita escapaba corriendo de la habitación, el tahur no creía en su suerte cuando vio su silueta recortada por la metralla en la pared, el científico se deslizaba al suelo pegado a la pared con el pecho reventado y el del pasillo salia volando por el otro extremo con un puñetazo del monje shaolin.


La dura realidad.

Al final, viendo el percal se entregaron y fueron conducidos a la carcel por los ayudantes supervivientes. Afortunadamente el pistolero no murió desangrado.

Alli fueron encerrados en un par de celdas y descubrieron que tenían de vecinos a la banda de los mejicanos. Eran siete los sobrevivientes de la banda y estaban alli esperando su próxima ejecución dentro de un par de semanas ya que los "sacrificios" se ofrecian cada dos semanas.

Mira tú, como ellos serian los últimos en ser los colgados se podían pasar un par de semanas a ver si revivía el pistolero.

Juanita contactó con ellos, pero le dijeron que esperase.

Dos semanas despues el pistolero estaba en pie con un punto de vida. Segundos despues el Tahur sacó una baraja de sabe dios donde entre sus dedos, la cerradura de su celda reventó en pedazos, la cabeza de su guardián se voratilizó y ya de paso que le sobraba un misil mágico se cargó un trozo de pared del tamaño de un puño.

Soltaron a los siete mejicanos y como empezaron a escuchar ruidos en la oficina del marshall los "convencieron" de que era mejor salir todos a la vez para "confundir" a los ayudantes que seguro que los esperaban.

Ni que decir que el chino, el tahur y el pistolero se quedaron atras mientras masacraban a los mejicanos y mientras los ayudantes recargaba sus armas atacaron y el tahur se vio obligado a echar una partida de poker con el demonio para recargar su exigua fuente de magia.

El resto de ayudantes y el marshall se encontraban fuera y habían acudido al escuchar los disparos. Desde el exterior los invitaron a rendirse mientras el pistolero abría el armario de las armas y cogia un rifle, el Tahur reventaba una caja fuerte se metia un par de fajos de billetes en el bolso "por las molestias causadas contra su persona" y el famoso relicario mientras el chino permanecía a cubierto. El mejicano superviviente, ya que uno se salvo de milagro, resultó que no era un triste pnj y se transformó en el personaje del fallecido científico.

Por cierto, el cientifico loco andaba intentando patentar un guante de curación que soltaba descargas eléctricas "tio, tu querías crear un rayo de la muerte y te salió mal ¿no?" que pasó a ser botín del grupo.

El pistolero se parapetó en el marco de una ventana y acabó con los ayudantes del marshall, pero este (que resultaba que también era un charlatán como se temian..) apuntó contra el pj mientras sostenia una mano de cartas "para darse suerte" y le dió en el hombro, dejándolo de nuevo inconsciente, desangrandose y con los tendones del brazo destrozados.

Y así comenzó la leyenda del pistolero manco... y tuerto.

Mientras el tahur intentaba contener la hemorragia el chino saltó por la ventana y se enfrentó al marshall mientras este se retiraba entre una tiendas.

El marshall ganó la iniciativa.

Master: - ¿Ves todas estas fichas de poker que he estado acumulando durante la partida gracias que habéis usado tantas? Pues voy a usar una para incrementar el daño solo por el gustazo.
Chino: - ¡ Seras cabrón!

Segundos después el chino mordía el polvo con un hombro atravesado mientras el marshall huia en la noche.

Mientras tanto, entre las tiendas de Foso, al escuchar los disparos un mapache biogeneticamente aumentado despertó  y alzó la cabeza con interés.

Y los Hijos de Puta se removían inquietos en el foso...

CONTINUARÁ

4 comentarios:

  1. CHAN CHAAN

    Ya me se como acaba pero está genial.

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  2. Este mismo finde la estuve dirigiendo yo para los kekos de mi campaña de Deadlands... En mi caso el pobre Randolph acabó lleno de plomo....
    ¡Buena aventura, Fran! Espero ansioso la del Presidio del Tigre, que me vendrá muy bien dentro de poco, je,je.

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  3. ¡Protesto! Ellos no solo desenfundaron primero, sino que dispararon primero. Digo... esto... me lo dijo un amigo que pasaba por allí.

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  4. Hombre, asi expresado en ningun momento el personaje se salió del guión ya que los ayudantes venian con las armas desenfundadas y ganaron la iniciativa. Aunque yo me habría pensado de intentar sacar el arma ante un tipo que me está apuntando con una escopeta.

    ¿O no has visto las suficientes pelis del oeste en las que siempre hay la típica escena en el saloon en la que un vaquero sin nombre de los malos intenta sacar el arma ante el héroe? Ya sabes como acaban siempre esas cosas aunque en la partida seria con las tornas cambiadas.

    Te concedo que si llega a salir bien quedabas como dios.

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