Para ello creé cuatro personajes. Conan, Red Sonja, el Señor de las Bestias y Hercules.
El sueño húmedo de Roger Corman en la Cannon.
Estos personajes siguieron a rajatabla el sistema de Beast and Barbarians con un par de licencias para adaptarlos mejor al tipo de personaje. El libro recomienda que los personajes comiencen con un grado más para solventar la dureza del setting pero creo que ha sido más acertado el método que usé en la campaña que llevo en la cual los personajes comienzan desde cero, un jugador que conozca las reglas puede acabar con el equivalente de un personaje de nivel diez de dungeons desde el principio con lo que se pierde un poco la evolución y crecimiento del pj.
Conan era el más equilibrado y una de sus características era que cuanto más castigo recibiese más peligroso se volvía, Red Sonja era una diablesa con la espada capaz de segar de enemigos el campo de batalla, Hercules solo empleaba sus puños pero su sangre divina podía otorgarle fuerza sobrehumana y por ultimo Dar "el señor de las bestias" el cual aunque era el más débil que los demás lo complementaba con sus animales.
Ahora una advertencia. Sal a la calle o usa el movil, llama a tu master habitual de la puerta de ishtar, savage worlds, marca del este, runequest o trasgos y mazmorras para preguntarle si ha comprado la revista, si es así ya puedes ir dejando de leer el resto de la entrada ya que te destriparás gran parte de la aventura. Aun así he resumido la mayor parte y ciertos aspectos fueron modificados para ajustarlos al tiempo del que disponíamos, ademas no voy a hacer una narración pormenorizada de lo sucedido.
Asi sin añadir nada más aquí tienes un par de imágenes de tetas y monos junto con un invitado especial con las que entretenerte y no continues leyendo.
Asi sin añadir nada más aquí tienes un par de imágenes de tetas y monos junto con un invitado especial con las que entretenerte y no continues leyendo.
Los muchachos se conocieron mientras saqueaban un templo en las islas escalonadas, el botín fue digno del rey pero todo fue fundido en putas y vino, Conan se metió en un par de problemas con la guardia de la ciudad así que el grupo decidió poner tierra por en medio.
Y así da comienzo la aventura...
Os encontráis remontando la cuesta de un prado, camino del asentamiento de Brote dispuestos a pasar una buena noche entre unas confortables mantas después de una cena caliente y si la suerte os sonríe y la bolsa está llena disfrutar de la compañía de un par de mozas dispuestas.
De pronto vuestras ensoñaciones son cortadas por un grito desgarrador. Desde el Norte, remontando la cuesta por el lado contrario al que os encontráis, aparece la encorvada figura de una muchacha portando un bulto entre sus brazos del que surge un débil llanto.
-¡Corred, poneos a salvo! - os grita corriendo en vuestra dirección mientras su rubia melena es azotada por la velocidad de su carrera - ¡Los Dyn Gafr vienen! ¡Los Dyn Gafr están aquí! -
En ese momento, a unas diez zancadas por detrás de la chica aparecen sus perseguidores. Tres hombres y una mujer completamente desnudos corriendo a cuatro patas y cuyas cabezas están tocadas por la piel que otrora cubría el cráneo de un perro coronan la cima de la loma ladrando y rugiendo incoherencias, se paran unos segundos tal vez perturbados ante la sorpresa de encontrarse con unos guerreros armados pero rápidamente se recomponen lanzándose a una rápida carrera en pos de su presa acosándola como haría una jauría de perros de caza con un jabalí.
Detrás de ellos aparecen un hombre y una mujer pero estos al contrario que sus bestiales compañeros caminan de pie. Sus cabezas y espaldas están cubiertas con la testa y pieles de de una cabra, sus cuerpos desnudos a excepción de un arnés de piel del que cuelgan sus armas están teñidos por una miriada de azulados dibujos geométricos que parecen serpentear sobre su piel cuando se mueven. El hombre porta en sus manos una lanza mientras que la mujer aferra una pesada red en una mano y en la otra un garrote cuadrado de madera con lascas de obsidiana clavadas en uno de sus lados.
Uno de ellos emite un agudo silbido y ladra unas ordenes. Los hombres-perro se abren formando un semicírculo y se lanzan rugiendo sobre vosotros.
Ni cortos ni perezosos los jugadores se dispusieron a proteger a la muchacha, el señor de las bestias avanzó poniendo a la chica detras de el mientras lanzaba a su pantera (o tigre pintado como en la peli) al combate, mientras Conan avanzaba gritando junto a Sonia y Hercules los cuales cargaron con sus caballos.
Los combatientes demostraron no ser dignos de ellos y su sangre regó el suelo.
La chica, la cual se presentó como Brythal, se refugió entre los brazos de Dar y les agradeció haberla salvado de los Daoine, pues ese era el nombre de sus perseguidores -Gracias al Buey Escarchado que me habéis salvado. Si no hubieseis aparecido habría acabado como mi padre y hermanas. Algunas de esas bestias aún están en el poblado. Por todo lo sagrado ¿nos ayudareis?-
"Por supuesto" dijeron los pjs impulsados por su desventaja "código de honor", que como dice un jugador mio es la peor que puedes tener en mis partidas.
Así que partieron junto a Brythal como guia para ver si aún podían ayudar en el poblado. La sollozante chica les contó como esos demonios habían caído sobre su poblado aprovechando que los hombres estaban fuera cazando y talando para atacarlo, secuestrar a sus habitantes, ponerles yugos de ganado, violentar a las mujeres, liberar a los animales y matar a todo aquel que opusiese resistencia.
Al atravesar un pequeño bosque el grupo llega por fín al poblado, el cual está formado por un conjunto de chozas de piedra con techados de ramas e hierva. En el centro yacen apilados los cadáveres de los muertos o desechados y a su alrededor pululan un grupo de Dyn Gafr arrojando más cuerpos a la pila, varios de ellos están liberando al ganado el cual se ha dispersado internándose en los bosques o deambulando por el poblado. Un par de Dyn Gafr observan la lontananza atentos a la aparición de cualquier peligro mientras los Dyn Ci corretean entre las casas ladrando y aullando.
Al acercarse observaron que un individuo cubierto de pieles acuclillado al lado de la pila de cuerpos. A cierta distancia le escoltan dos Dyn Gafr de mayor tamaño, a su alrededor hay trazado un complicado dibujo de tono rojizo oxidado. Uno de los saqueadores sale de una casa aferrando a un hombre con un lazo y con un brusco tirón lo arroja ante el individuo acuclillado. El Dyn Gafr, con un rápido movimiento, le rebana la garganta con una hoz y observa los dibujos que forma su sangre en el suelo al brotar a borbotones.
La chica mientras ahogaba un chillido identificó al individuo acuclillado como un Daofa. Una especie de Druida de los Daoine.
Cuando el Daofa terminó sus adivinaciones se levantó y los Daoine comenzaron a retirarse de devastada la población. Parecía obvio que era un grupo de rezagados y el grupo principal se había ido ya con el resto de vecinos apresados.
Y por primera vez en las veces que arbitré esta partida el grupo atacó el pueblo, los anteriores nunca se atrevieron. Así cuatro pjs montaron una emboscada y rodearon a un grupo de once enemigos...
Red Sonja y Conan se lanzaron gritando contra los que se encontraban cerca de la pila mientras Hercules cargaba por el otro extremo con su caballo y Dar se subia a una choza.
El combate fué bastante épico con Hercules rompiendo craneos con sus puños, el duo de Conan-Red segando vidas mientras que los turnos de "el señor de las bestias" consistian en "vale, le lanzo el aguila al druida, la pantera que ataque a uno de los que rodean a Hercules, mando a los hurones a investigar en las chozas restantes para que busquen supervivientes mientras yo salto y le lanzo mi chakram a ese tio que pasa por alli"
Es la ultima vez que le dejo tantos pnjs a un jugador en su primera partida, ademas que la maldita pantera resultó ser una máquina de picar carne.
Los Daoine fueron rápidamente masacrados por los jugadores, fue bastante épico pero se olvidaron de dejar a alguien para interrogarlo. Los Daoine estaban cubiertos de dibujos e ideogramas azulados que hacían la función de armadura y suplían su desnudez, el master se "olvidó" de aplicarlo en este combate, lo cierto es que empezamos tarde y aún con la escueta explicación de las reglas teníamos el tiempo contado. Las pinturas volvían mucho más duros a los bichos pero podría alargar la contienda así que solo lo apliqué en casos puntuales.
Por otra parte descubrieron que los que protegían al Daofa que en la lejanía se asemejaba a los Dyn Gafr en realidad es una gigantesca monstruosidad con la fisonomía de cabra que contra toda natura camina sobre sus dos extremidades. Su testa, grande como un yunque está cruzada por tres cuernos que nacen sin ningún tipo de simetría de su frente, uno de sus brazos termina en una gruesa pezuña forrada de hierro mientras que su otra mano aferra una cuadrada maza incrustada con afiladas hojas de obsidiana. ¡BRUJERIA! ¡MATEMOSLO!
De todo esto solo Conan salió herido.
De todo esto solo Conan salió herido.
El combate finalizó cuando legaron justamente los hombres del poblado, que volvían de sus quehaceres con las hachas en alto y disparando sus arcos de caza. El jefe era un anciano llamado Agnar con el que tuvieron un pequeño encontronazo, pero rápidamente los reconoció como los héroes que eran al matar a los Daoine, ademas de que Bryltha también intercedió por ellos.
Pronto fue evidente que los cadáveres de la pila solo pertenecían a los que no habían sido atrapados así que se propuso hacer una partida e intentar recuperar a los secuestrados. Agnar y un aldeano sin nombre les acompañaron como ayuda.
Mientras seguían el rastro se dieron cuenta que varios grupos de huellas pertenecientes a distintas partidas de caza confluían en el camino, con lo que dedujeron que se habian producido más ataques y los distintos grupos se estaban reuniendo con un destino indeterminado.
Agnar les contó alguna leyenda sobre los Daoine, como habían pactado con la Diosa del bosque profundo la cual los bendijo con su toque transformándolos en algo que no era ni animal ni humano y como la tribu de estos había sido engañada y había acudido tarde al reparto del ganado entre las distintas tribus de los hombres al principio de los tiempos, al quedar sin ninguna especie animal a la que ponerle el yugo los Daoine escogieron el hombre como fuente de alimento lo cual complació a la Diosa por su astucia. Obviamente el resto de tribus humanas opinaba lo contrario.
Continuaron siguiendo las huellas las cuales les condujeron a lo que parecía el lecho de un rio seco bordeado por dos terraplenes que cruzaba el bosque como un navajazo entre la foresta, un lugar perfecto para una emboscada.
El Dar lanzó su águila al aire para que sobrevolase la zona y la poseyó para a traves de sus ojos comprobar que en la cima de los terraplenes había un conjunto de montones de ojas dispuestos de una forma demasiado uniforme para ser natural.
El señor de las bestias y Conan se acercaron en silencio y escalaron un terraplen por un lado para ver si sus sospechas eran ciertas. Vieron el brillo una punta de lanza salir de entre unas hojas muertas así que confirmaron que era una emboscada que los estaba esperando varios metros más a delante.
Decidieron que lo mejor era volver y dar un rodeo, o mejor atacar por un lado y deshacer la emboscada... bueno mejor damos la vuelta y buscamos un camino alternativo.
Al master le pareció perfecto el plan pero es que estaban comentándolo a unos metros de los emboscados...
Una carnicería después en la que Hercules sufrió una herida de poca consideración continuaron hacia delante.
Mas adelante después de un divertido incidente con un ciervo muy confiado y una espada presta y en que pudieron descubrir que a medida que se internaban en el bosque profundo el suelo estaba limpio de hojas muertas y todo parecía estar demasiado vivo... los arboles se retiran y veis una amplia extensión despejada de más de mil zancadas en medio de la cual brota un gigantesco árbol de proporciones ciclopeas, mayestático e impasible como una montaña de verdor. Sus ramas se extienden ávidas apuñalando el cielo como si intentasen aferrarlo y el rumor de sus hojas al agitarse se asemeja al de un mar lejano.
Entre la gente deambulan cabezas de ganado y animales del bosque pastando desordenadamente entre los Daoine Ainmhí, los cuales parecen tratarlos con deferencia. A su alrededor corren los hombres perro en pequeñas manadas, ladrando y brincando persistentes en su comportamiento antinatural.
El ambiente es festivo, con grupos de Daoine Ainmhithe y animales formando pequeños corros, comiendo y bebiendo, escuchando la música que surge de sus alargadas flautas dobles o solazándose entre ellos.
Algunos de los Daoine Ainmhí montan guardia, pero su vigilancia es laxa debido a la tentación de la fiesta general, así que si los jugadores ponen cuidado podrán permanecer fuera de las lindes ocultos entre los arboles sin ser advertidos.
Cerca del árbol que preside el gran claro hay una extensa explanada de tierra batida que se eleva un codo del suelo. Al rededor de ésta explanada se yerguen seis piedras el doble de altas que un hombre, estas piedras están profusamente decoradas con acanaladuras que recorren zigzagueando la superficie de piedra o con grabados en forma de espiral.
En un extremo del claro pastan una manada de hombres y mujeres de mirada bobina que se arrastran a cuatro patas entre la hierva. Cada cierto tiempo uno de ellos es seleccionado y conducido al círculo de piedras donde su garganta es cortada por un Daofa y un Beithioch lo arroja a la cúspide de una de las piedras después de retirar el cuerpo del anterior infortunado empujandolo con palos mientras la gente grita "¡Ia! ¡Ia, Shud Naidarin!”, en lo alto el sacrificio se desangrara poco a poco a través de las acanaladuras bañando la piedra y bendiciéndola. Fallar el lanzamiento de un cuerpo se considera un mal presagio con lo que cada acierto es festejado por todos lso presentes con gritos y aclamaciones.
Mientras hablaban entre ellos los pjs descubrieron una partida de los Daine que entraba en el claro conduciendo una hilera de pueblerinos atados a yugos los cuales condujeron a la base del arbol dentro del cual desaparecieron. Parecía que su nuevo objetivo estaba claro.
Consiguieron arrastrarse sigilosamente bordeando el claro evitando alertar a los festejantes y con un ligero corte sesgaron los cuellos de los Daoine que montaban guardia en lo que parecía un túnel que se internaba en lo profundo de las raíces del árbol gigante.
Un amplio hueco natural entre las raíces del árbol permite el paso a lo que parece un túnel escavado debajo de el de un ancho de unas tres zancadas. Las paredes son de tierra húmeda de la cual brotan retorcidos sarmientos de madera algunos de ellos gruesos como el torso de un hombre, las paredes bullen de vida con pequeños insectos correteando invasores...
El subterraneo estaba compuesto por una serie de pasillos formados por las raices y constituian lo que parecia un lugar santo o templo interior de los Daoine.
Conan rastreó huellas en el suelo y descubrió en que pasillos habia mayor transito de personas y decidieron seguir por allí con la esperanza de que ese fuese el camino por el que llevaron a los cautivos.
Entraron en varias salas a investigar (o ver si habia algo de valor) y en ellas tuvieron un encontronazo con un Daofa escoltado pro dos hombres cabra que estaba practicando una lobotomia a un pueblerino apresado y una "perrera" en la que dedujeron que se guardaban a los Dyn Ci (hombres que actuaban como perros) recién creados y en la que masacraron a todos sus ocupantes.
Agnar les contó alguna leyenda sobre los Daoine, como habían pactado con la Diosa del bosque profundo la cual los bendijo con su toque transformándolos en algo que no era ni animal ni humano y como la tribu de estos había sido engañada y había acudido tarde al reparto del ganado entre las distintas tribus de los hombres al principio de los tiempos, al quedar sin ninguna especie animal a la que ponerle el yugo los Daoine escogieron el hombre como fuente de alimento lo cual complació a la Diosa por su astucia. Obviamente el resto de tribus humanas opinaba lo contrario.
Continuaron siguiendo las huellas las cuales les condujeron a lo que parecía el lecho de un rio seco bordeado por dos terraplenes que cruzaba el bosque como un navajazo entre la foresta, un lugar perfecto para una emboscada.
El Dar lanzó su águila al aire para que sobrevolase la zona y la poseyó para a traves de sus ojos comprobar que en la cima de los terraplenes había un conjunto de montones de ojas dispuestos de una forma demasiado uniforme para ser natural.
El señor de las bestias y Conan se acercaron en silencio y escalaron un terraplen por un lado para ver si sus sospechas eran ciertas. Vieron el brillo una punta de lanza salir de entre unas hojas muertas así que confirmaron que era una emboscada que los estaba esperando varios metros más a delante.
Decidieron que lo mejor era volver y dar un rodeo, o mejor atacar por un lado y deshacer la emboscada... bueno mejor damos la vuelta y buscamos un camino alternativo.
Al master le pareció perfecto el plan pero es que estaban comentándolo a unos metros de los emboscados...
Una carnicería después en la que Hercules sufrió una herida de poca consideración continuaron hacia delante.
Mas adelante después de un divertido incidente con un ciervo muy confiado y una espada presta y en que pudieron descubrir que a medida que se internaban en el bosque profundo el suelo estaba limpio de hojas muertas y todo parecía estar demasiado vivo... los arboles se retiran y veis una amplia extensión despejada de más de mil zancadas en medio de la cual brota un gigantesco árbol de proporciones ciclopeas, mayestático e impasible como una montaña de verdor. Sus ramas se extienden ávidas apuñalando el cielo como si intentasen aferrarlo y el rumor de sus hojas al agitarse se asemeja al de un mar lejano.
Entre la gente deambulan cabezas de ganado y animales del bosque pastando desordenadamente entre los Daoine Ainmhí, los cuales parecen tratarlos con deferencia. A su alrededor corren los hombres perro en pequeñas manadas, ladrando y brincando persistentes en su comportamiento antinatural.
El ambiente es festivo, con grupos de Daoine Ainmhithe y animales formando pequeños corros, comiendo y bebiendo, escuchando la música que surge de sus alargadas flautas dobles o solazándose entre ellos.
Algunos de los Daoine Ainmhí montan guardia, pero su vigilancia es laxa debido a la tentación de la fiesta general, así que si los jugadores ponen cuidado podrán permanecer fuera de las lindes ocultos entre los arboles sin ser advertidos.
Cerca del árbol que preside el gran claro hay una extensa explanada de tierra batida que se eleva un codo del suelo. Al rededor de ésta explanada se yerguen seis piedras el doble de altas que un hombre, estas piedras están profusamente decoradas con acanaladuras que recorren zigzagueando la superficie de piedra o con grabados en forma de espiral.
En un extremo del claro pastan una manada de hombres y mujeres de mirada bobina que se arrastran a cuatro patas entre la hierva. Cada cierto tiempo uno de ellos es seleccionado y conducido al círculo de piedras donde su garganta es cortada por un Daofa y un Beithioch lo arroja a la cúspide de una de las piedras después de retirar el cuerpo del anterior infortunado empujandolo con palos mientras la gente grita "¡Ia! ¡Ia, Shud Naidarin!”, en lo alto el sacrificio se desangrara poco a poco a través de las acanaladuras bañando la piedra y bendiciéndola. Fallar el lanzamiento de un cuerpo se considera un mal presagio con lo que cada acierto es festejado por todos lso presentes con gritos y aclamaciones.
Mientras hablaban entre ellos los pjs descubrieron una partida de los Daine que entraba en el claro conduciendo una hilera de pueblerinos atados a yugos los cuales condujeron a la base del arbol dentro del cual desaparecieron. Parecía que su nuevo objetivo estaba claro.
Consiguieron arrastrarse sigilosamente bordeando el claro evitando alertar a los festejantes y con un ligero corte sesgaron los cuellos de los Daoine que montaban guardia en lo que parecía un túnel que se internaba en lo profundo de las raíces del árbol gigante.
Un amplio hueco natural entre las raíces del árbol permite el paso a lo que parece un túnel escavado debajo de el de un ancho de unas tres zancadas. Las paredes son de tierra húmeda de la cual brotan retorcidos sarmientos de madera algunos de ellos gruesos como el torso de un hombre, las paredes bullen de vida con pequeños insectos correteando invasores...
El subterraneo estaba compuesto por una serie de pasillos formados por las raices y constituian lo que parecia un lugar santo o templo interior de los Daoine.
Conan rastreó huellas en el suelo y descubrió en que pasillos habia mayor transito de personas y decidieron seguir por allí con la esperanza de que ese fuese el camino por el que llevaron a los cautivos.
Entraron en varias salas a investigar (o ver si habia algo de valor) y en ellas tuvieron un encontronazo con un Daofa escoltado pro dos hombres cabra que estaba practicando una lobotomia a un pueblerino apresado y una "perrera" en la que dedujeron que se guardaban a los Dyn Ci (hombres que actuaban como perros) recién creados y en la que masacraron a todos sus ocupantes.
Despues de explorar un rato esquivando y dejando atrás otras salas llegaron a donde estaban los cautivos "En esta gran cámara se hacinan cerca de cien personas en un estado lamentable. Sus cuerpos desnudos se encuentran atrapados contra las paredes de tierra con sus brazos y pecho cubierto por retorcidas raíces que brotan por doquier Algunos de ellos llevan atrapados durante días con lo que el olor es realmente nauseabundo. De sus bocas agrietadas surgen quejumbrosos gemidos y sus miradas vacías denotan la perdida de toda esperanza.
Cuando se dan cuenta de vuestra presencia algunos de ellos se agitan presas de una vana esperanza y comenzáis a escuchar un torrente de suplicas apresuradas."
Estaban custodiados por varios Doine que mas o menos los mantenían vivos y aprovechaban para hacerlos objetivo de su crueldad pero la pericia de los jugadores se impuso y rápidamente fueron eliminados para seguidamente intentar ayudar a los cautivos cortando las raíces que los aprisionaban. Con horror descubrieron que las raices reaccionaban apretando aún más los cuerpos de sus victimas llegando incluso al borde de la axfisia con lo que se detuvieron y... esparo, que no, el señor de las bestias continuó cortando las raices hasta que el crujir de los huesos y la muerte del que intentaba salvar lo convenció de que la cosa pintaba mal, así que se fue a explorar un ramal el solo y ya sabéis cuando te quedas solo en una aventura...
El caso es que el resto de jugadores se quedó dilucidando como intentar sacar a los cautivos sin que estos muriesen en el intento mientras Dar descendia por un tenebroso tunel.
A medida que descendéis podéis entrever que en los huecos entre las raíces hay algo que llena vuestro corazón de aprensión, cientos de amarillentas calaveras parecen observaros con el negro vació a que otrora fueron sus ojos. Poco a poco comenzáis a escuchar murmullos, tan leves que en un principio parecen fruto de vuestra imaginación.
- Miradlos, vienen portando bronce e hierro.
- Vienen a verter sangre. Siempre se vierte sangre, sangre para la diosa y a los que amamanta... pero nunca para nosotros.
- Somos viejos pero aún mantenemos apetitos. Nada debemos a la cabra salvo nuestra muerte, solo un poco de sangre...
De pronto las raíces se mueven sinuosamente y crean una tupida capa impediendos el paso. Las cuencas de las calaveras parecen más profundas y oscuras.
- Solo dadnos un poco, lo suficiente para mojar estos labios. Hacedlo y podréis visitar al corazón que no late y sus tres ambarinos custodios.
Y asi Dar se cortó la palma de la mano, les dio de beber a las calaveras y estas cuando se vieron satisfechas se retiraron dejandole paso libre. Seguidamente se arrancó su taparrabos y se vendó la herida quedando en porrica (con todo colgando) el resto de la aventura.
Y sí, no avisó a sus compañeros.
Hay que decir que en otros playtestings los jugadores buscaron y cazaron a un Daoine para cortarle la garganta frente a las calaveras. Angelicos.
Y así el Señor de las Bestias llegó a una sala gigantesca en la que poco a poco la luz ha ido aumentando bañándolo todo con un fulgor esmeralda que casi ciega vuestros ojos. La luz es tan intensa que todo lo que os rodean parece fundirse en un único cuerpo compacto.
Se encontraba en un espacio esférico de proporciones catedralicias en cuyas paredes las raíces parecen formar una intrincada y mareante madeja. Lianas y sarmientos penden en ángulos imposibles que desafían la gravedad y que se retuercen mecidas por un viento inexistente.
De pronto lo que creia el techo se rasga como una cortina y de el surge un ser barboteante de ansiosas bocas, una nebulosa de tentáculos cetrinos que azotan el aire con furia ciega y piel rugosa como la de la madre de todos los arboles. De tres gruesos apéndices cuelgan sus consortes, tres esqueletos de ojos ambarinos cuyos huesos bailan como los de un ahorcado en un cruce de caminos cuando su amante se mueve aferrándose a la red de raíces.
Con un chillido la criatura comienza a descender contra el...
La pregunta fue real. El jugador afirmó haber jugado alguna aventura.
Un jugador puso los ojos en blanco, otro dijo "Dioooos" el otro preguntó si había curado un punto de fatiga mientras tanto.
Una titánica lucha tubo lugar, con el Señor del las Bestias cargando en pelota con la pantera a su lado contra el dios del bosque cuyos tentáculos azotaban el aire como el látigo de un demonio.
- ¿No gritas ni dices nada ni pides ayuda a tus compañeros?
- Naaaaada, me basto yo solo.
Aquí tenemos el claro síndrome "voy sobrado" de un jugador de Savage Worlds. Cuando ves que eres un héroe que puede con todo te confías y no recuerdas cuando el master dijo "sereis la leche, pero en este sistema puedes morir a manos de un borracho en una taberna de mala muerte que te dé en la cabeza con la esquina de un taburete"
En el segundo turno ya estaba tirado por los suelos desangrándose.
Afortunadamente sus compañeros se percataron de sus cuitas y acudieron en su ayuda. Al combate que ya vaticinaba ser duro en teoría demostró serlo en la practica ya que la criatura a todas luces contaba con una resistencia sin igual contra la que poco podían hacer los aceros y los puños de los pjs.
Por otra parte nadie apreció percatarse de esos bamboleantes esqueletos que colgaban de los tentaculos del dios ni adivinaron su función. Hay que decir en su descargo que nadie en ninguna de las veces que he arbitrado la aventura ha decidido atacar a estos y destruirlos, lo cual es de gran ayuda ya que prestan soporte con sus hechizos a su consorte.
La pantera del Señor de las Bestias halló la muerte bajo los tentáculos de la abominación después de sufrir un desafortunado flechazo de sus compañeros fruto del caos reinante y cuando todo ya estaba en su contra Conan avanzó y ensartó al ser con su espada dejándola aturdida... y aqui eran las nueve y tuvimos que dejarlo, justo en el principio del combate final.
Conclusiones de la aventura: pregunté a los jugadores y tres dijeron que les había gustado, el cuarto se quejó de que habia demasiados combates. Los jugadores se hicieron rápido con el sistema y las características de sus pjs, todos salvo uno que no usó todo el potencial de sus habilidades ya que las reservaba "para un momento importante"
Lastima que no llegaran a acabarla completamente, solo faltarían diez minutos de sesión y una huida conduciendo a los pueblerinos secuestrados.
Mientras tanto... ¿habran tenido consecuencias las aventuras de nuestros héroes?
¡La fernanda!
ResponderEliminarMe ha matao... Ya se que es la broma de cierre pero joder...