domingo, 16 de junio de 2013

Campaña Hiperbórea de Savage Worlds (IX) Monos a las puertas


Nuevo sabado, nueva partida. Esta vez falta el lancero, el cual no pudo asistir pero uno de los masillas superviviente resultó ser el ladrón que los acompañó en la aventura  "la ultima casa de la calle de los hojalateros" asi que se únió a las aventuras del grupo.

Copipasteo las descripciones de la aventura, son los textos en negrita. Y una vez más... si vas a jugarla no sigas leyendo que va a terminar siendo publicada.


Dejamos a nuestros heroes caminando por un valle de altas paredes de piedra que se internaba entre un recodo formado por unas montañas.

A medida que avanzaban la temperatura comenzó a aumentar y pronto comenzaron a sudar a mares enfundados en sus ropas de abrigo. Poco a poco se internaron entre un gran número de ruinas de antiguos edificios de piedra y adobe que aprecian deshabitados, al fondo del valle vieron lo que parecían las imponentes murallas de una ciudad.

Ante vosotros se yergue una ciclopea ciudad amurallada con vetustos e inmensos bloques de piedra volcánica.

Su presencia es majestuosa y a la vez inquietante, ya que su imagen habla de antiguas glorias y tiempos perdidos en eones ya olvidados.

A medida que os acercarais os percatáis de que aquí la nieve parece menos consistente, más liviana y poco a poco sentís como la temperatura ambiental se alza.

Largas columnas de brillante fuego apuñalan el cielo detrás de las murallas. Brillantes como el enrojecido sol del ocaso.

Cuando estáis a menos de mil pasos de las altas piedras os percatáis que toda la ciudad transpira abandono y decadencia. Se pueden ver torres derruidas, secciones de la muralla en mal estado y cúpulas abiertas a la intemperie.


Antes de llegar a la ciudad, en su alrededores, hay una serie de ruinas. Antiguos edificios de adobe que se encontraban al resguardo de sus murallas.

Estos edificios son perfectos para ocultarse y observar los cambios de guardia y las salidas de las partidas de exploración y caza de las amazonas.


Mientras observaban sobrecogidos el guerrero detectó movimiento entre las ruinas. Avisando a los demás acudió a investigar y terminaron arrinconando en un edificio derruido a un peculiar personaje.


Es un individuo de gran estatura y un rostro blando de labios gruesos y nariz ancha. Le han cortado la lengua y cojea de una pierna. Si se observa atentamente se verá que tiene una vieja herida en la pantorrilla derecha, parece el mordisco de un animal y posiblemente es el origen de su cojera.



Intentaron comunicarse con el pero no parecia entenderles, ademas descubrieron que al greñudo salvaje semidesnudo le habian cortado la lengua y que ademas parecia tener cierto retraso mental. Al principio se comportó de forma hostil, intentando mantener al grupo alejado con un madero que aferraba amenazadoramente pero lograron calmarlo y entablar "conversación" con el.

El ladrón se dirigió a explorar los alrededores con su altas cualidades para el sigilo y espió de cerca las murallas, encima de las cuales montaban guardia cuatro amazonas (poca guardia para lo que parecia una ciudad) Ademas que las murallas parecian poco cuidadas, una sección daba la impresión de haberse derrumbado hace mucho tiempo y habia sido arreglada con el tosco método de rellenar la fisura con piedras y escombros.

Al principio el salvaje intentó evitar que se dirigiesen a la ciudad, pero cuando vió que insistian se dedicó a señalarse y a señalar la fisura en el muro.

Ataron cabos y supusieron que quería decir que había una entrada por allí o que el había escapado de la ciudad por esa fisura.



Música de infiltración..


Y decidieron entrar en la ciudad al amparo de la noche, serpenteando entre las ruinas. Dejaron a sus acompañantes y al pnj en las ruinas (en esta sesion ningun masilla fue dañado) y un par de tiradas inextremis de sigilo con comentarios "el barbaro negro debería de tener bonus" les permitió llegar inadvertidos a la fisura que anteriormente habia descubierto el ladrón. Allí vieron que entre dos bloques de escombros que habían sido colocados para arreglar el desperfecto quedaba un estrecho hueco que permitía trabajosamente el paso de un hombre arrastrándose a través suyo y parecía que permitía el acceso a la ciudad por debajo de sus murallas.

El paso parecía un poco taponado con piedras y había que fijarse bastante para descubrirlo.

Una vez salieron del claustrofobico pasaje observaron a su derecha. Os encontráis en lo que parece la vía principal de la ciudad. Es una ancha carretera de piedra mal cuidada, entre cuyos adoquines nacen matojos de hierba reseca. 

A los lados se apelotonan vetustos edificios en ruinas de paredes combadas y terrazas vacías.

Por la calzada patrulla regularmente (ruido de dados) siete amazonas montadas sobre simios con aire marcial.


El final del tunel parecía dar al borde de un barrio formado por edificios de un solo piso y de paredes de adobe  parecen haber sido añadidos después de la época de esplendor de la ciudad debido a que tienen el aspecto de ser mas recientes y su arquitectura es completamente discordante.

Por la ciudad se encontraron con una multitud de pozos de los cuales surgia rugiendo una alta llamarada, ademas que el aire parecia saturado pir un fuerte olor ácido y penetrante. Estas columnas de fuego proporcionaban calor y luz a la ciudad, creando un microclima con una temperatura bastante agradable en comparación con el frio glaciar del valle.

Caminaron lejos de la calzada internándose en el barrio, el cual pronto se percataron que era el de los esclavos.

Y al doblar una esquina.

(Ruido de dados) os topais con un grupo de individuos de pelo lacio y frente huidiza que se asemejan al que os encontrasteis entre las ruinas del exterior. Dos de ellos llevan pellejos hinchados con lo que parece agua y otros llevan cestos al hombro. El primero en verte deja caer la cesta y puedes ver que contiene lo que parecen setas secas, las cuales se esparcen por el suelo.

Los esclavos tampoco comprendían la lengua de los jugadores, asi que los tranquilizaron e intentaron ir por otro lado. Uno de lso esclavos los siguió un rato al parecer embelesado por esos extraños que se atrevían a portar armas en la ciudad pero finalmente lo perdieron de vista.

- ¿Entrais en alguna casa?
- No, no seguimos hacia delante y buscamos algún edificio en buen estado.

(Ruido de dados)

- De acuerdo.Tú el que va delante encuentras lo que parece un cuerpo tendido en medio de la calzada. Parece estar vivo.
- Lo arrastro a un edificio derruido y lo atiendo, a ver si sacamos algo en claro de esto.

Un golpe con la cabeza del caido contra el bordillo despues...

Ves que es un hombre ya entrado en años (tipico gancho de aventura, el tio desvalido) con signos de desnutrición y  tremendamente fatigado. Curiosamente te fijas que no parece pertenecer a la misma raza que los hombres que os encontrasteis con anterioridad.

Cuando consiguieron reanimar al hombre lo atendieron (ni lo amenazaron ni nada, estaban muy raros) pero supusieron que no los entendia, asi que se sintieron sorprendidos cuando en medio de una conversación entre los jugadores el hombre arranca a hablar 

"¿Comercio?" Dice.

Después de un buen rato con el master hablando en infinitivos y soltando analogias y palabros imitando a una persona que sabe cuatro palabras de un idioma y se intenta hacer entender descubrieron que el individuo  llamado Igak pertenecía a lo que llamaba los Kibgak (pueblo en esquimal) y que había sido atrapado por una partida de amazonas hace años.

Los Kibgak vivan en el Norte, cerca del paso que era la única salida del "valle del caminante" (¿Espera... y nosotros llevamos todos estos días buscando un paso por el Sur? Facepalm)

- ¿Caminante?
- Si, ser dueño de viento, ser dueño de nieve y frio, ser Ithack.
- Mierda, ¿estos tios adoran al glaciar?

Ademas se enteraron que en valle, ademas de los Kibgak convivian con ellos los Amarok y los Mikijuk, los cuales eran menos que el Pueblo (los Kigbgak), menos que animales.

El Pueblo conocia la lengua de los jugadores debido a que comerciaban con barcos largos que venir cuando nieve mas fina.

Tambien estaban las "mujeres que caminan con los hombres animal" que vivían en esta ciudad. Grandes guerreras que solían cazar y esclavizar periódicamente a aquellos incautos que osasen acercarse por sus dominios. Eran "muchos puños" pero "menos puños" que los hombres que usaban como esclavos, aún así los tenían completamente dominados con su maestría con la lanza, su poder sobre el fuego y la ayuda de sus "hombres animal"

Las cosas pintaban tan bien que casi se dan la vuelta y se dan el piro, pero el hombre se negó a acompañarlos. Algunos han intentado escapar, epro los que no lo han conseguido les han rajado los tendones para dejarlos cojos de una pierna y los que han huido... solos en los yermos helados entre tribus hostiles y animales salvajes... casi es mejor quedarse.


Se ofreció guiarlos a un anciano de su tribu, el les explicaria más cosas.

En otro edificio, el cual estaba completamente a oscuras obligandolos a encender unos maderos y pieles podridas, se reunieron con un grupo de tristes humanos que presentaban una imagen lastimera. Todos elllos habian sido cegados y algunos de ellos presentaban cojera debido a que alguien les habia sesgado parte de lso tendones de la pierna derecha.

Alli contactaron con un anciano de la tribu del Pueblo que les iluminó a la par que confundió aún más.

Lo primero aprendieron la disposición de la ciudad, que se componia en el barrio de los esclavos, un ala llena de edificios derruidos y deshabitados, otros edificios que servian como matadero para obtener carne y granjas de hongos. Al Norte, cerca del final del valle en el que se encuentra encajonada la ciudad está el barrio de las mujeres y los "hombres animal" (al principio los lllamé hombres peludos, pero quedaba muy gay)


Uno de los esclavos cegados puede ser reconocido por sus rasgos como miembro del pueblo kibgak. Si es preguntado este les explicará que todos los días es guiado al templo de la reina-diosa y conducido a un subterráneo donde realiza incomprensibles ritos frente a lo que el considera una especie de ruecas de hierro. Cree que esas máquinas alimentan los fuegos de la ciudad. Por lo que ha creído comprender los subterráneos debajo del templo son un inmenso laberinto envuelto en tinieblas custodiados por simios albinos que han sido cegados al igual que el. 



El esclavo cree que la maquinaria que alimenta los pozos de llamas está conectada un lago subterráneo de fuego o de un inmenso cuenco de aceite enterrado para tal fin. Si se pudiese romper el cuenco o apagar el fuego del lago de forma permanente la ciudad quedaría inhabitable en unos pocos meses "no haber calor, nieve entrar y mujeres marchar o morir" 

Ya tenian misión. Y ademas en el templo les aseguraron que habia riquezas.

- Vale, este es el plan - dijo el guerrero -  vamos al templo y que el ciego nos guie. -
- ...
- ...
(risas en la mesa)


Si no has tenido infancia o no has visto la peli te pierdes el chiste.

A pelo y sin boina.

¿Reclutan esclavos para hacer un levantamiento? No ¿Coordinan una distracción? No. Solo los seis (se les unió el anciano ciego y el otro miembro de el "Pueblo") caminando a cámara lenta en plan duro con música épica de fondo en dirección al templo.

Y así salió.

Al doblar una esquina, aún en las calles del barrio de los esclavos, se encontraron con un grupo de simios que habian acorralado a un desgraciado y lo estaban golpeando con saña y brutalidad animal.

El ladrón, fallo una tirada de sigilo, asi que un mono giró lentamente la cabeza hacia el y comenzó a bramar y chillar.

Comienza el combate.




Los simios resultaron ser extremadamente duros. La brutalidad de sus golpes era tal que mermaron considerablemente las fuerzas del grupo, una parte del cual permaneció alejada aseteandolos mientras que los que entraron cuerpo a cuerpo fueron vapuleados como muñecos de trapo.

El barbaro fué arrinconado por tres simios y su destino fué funesto a manos de sus guanteletes llameantes.

Dramatización.

Fué practicamente muerto en una increible tunda, pero en el último momento, dando un terrible grito de rabia consiguió acabar con uno de sus enemigos. Luego, resentido por sus heridas cayó al suelo.

El ladrón sufrió parte del mismo tratamiento, pero no fué tan duro, solo está a dos puntos de vida de morir.

Resultado del combate: el barbaro negro por los suelos desangrandose con un terrible desgarro muscular y salvado inextremis. Sus heridas son tales que su anterior agilidad se ha visto permanentemente mermada y sufre terribles dolores cuando realiza un esfuerzo.

El ladrón tiene terribles moratones y parte de su piel y ropas quemadas, pero no es nada grabe.

Los simios eran exactamente iguales a los que masacraron en la nieve salvo que tenían un simple +2 al daño. Ésta vez los jugadores incluso se vieron obligados a usar tácticas y maniobras pero el guantelete molón, un par de tácticas de arrinconamiento y las tiradas del máster marcaron cierta diferencia.
Barbaro negro: ¡Agarro un guantelete y me lo pongo!
Master: ¿Y lo rellenas con calcetines? Esto no es un manga, no puedes usarlo ¿ademas que como lo rellenas de líquido inflamable?
Barbaro negro: ¡Brujeria! ¡Lo tiro a un rincón!


Más música de infiltración despues y con muchas tiradas de sigilo y notar entraron en el barrio noble.

En este laberíntico conglomerado de edificios y ruinas habitan las amazonas y sus simios guardianes.

Antiguamente era el hogar de la casta de nobles comerciantes que gobernó la ciudad en los últimos años de su decadencia, ahora es un pandemónium de ruinas interconectadas por pasarelas hechas con losas de piedra retiradas de los muros, escaleras y cuerdas.

Master: Aqui los edificios son de marmol y piedra y contrastan con los del barrio que acavais de dejar. ¿Entrais en alguno? Igual encontráis algo que saquear (el master agita su puño haciendo sonar unos dados preparando un encuentro aleatorio)
Jugadores: ¿después del encuentro con los monos? Pasando, seguimos.


Entre los edificiós terminaron encontrando el deposito de agua (guardado por cuatro amazonas montadas "joer, aqui no se andan con chiquitas con lso guardias") 

En el centro se encuentra la plaza del mercado, un anfiteatro hundido formado por una serie de anchos círculos concéntricos que servían para situar los puestos de los mercaderes donde exponían sus variopintas mercancías o para reuniones multitudinarias. 

Ahora una miriada de monos lo ocupan, con sus nidos de madera y piedra ocupando el lugar de los antiguos puestos.

Guerrero: paso de enfrentarme con King Kong. Seguro que hay un mono gigante en medio del anfiteatro.
Master: ¿Que? Nooooo hombre claro que no, pero no puedes saberlo si no miras...
Jugadores: Pasamos y seguimos ocultos.

Unas tiradas de sigilo y notar fallidas después dio lugar a un encontronazo con una patrulla de amazonas montadas. Consiguieron acabar con ellas no sin esfuerzo empleando tácticas como derribar a los monos para que las amazonas quedasen atrapadas por su peso al caer y teniendo especial cuidado de ver a quien mataban primero para abrir hueco y asi librar a ciertos miembros del grupo de posibles apalizamientos.

Por otra parte el ladrón pifió y rompió la cuerda del arco, quedándose sin su arma principal. Luego cogió una lanza de las amazonas para compensar.


Master: escuchais gritos en un idioma desconocido y sonidos guturales, parace que vienen a investigar.
Guerrero: Ya tenemos distracción, ahora a pirarnos de aqui.

Finalmente esquivaron la plaza y se acercaron al templo.



Esta gigantesca estructura cuadrada de estrechos ventanales y solida apariencia era la antigua fortaleza desde la cual el poder regente de la ciudad gobernaba las tierras circundantes.



Ahora es el templo dedicado a una diosa olvidada. La antigua reina, protagonista de miles de mitos que defendió la ciudad contra las hordas de subhumanos, esclavizó a los simios blancos y estableció la supervivencia de su raza cuando todos los varones murieron a consecuencia de una extraña peste.

El templo estaba encajonado contra la roca viva de unas montañas, al final del valle. Era una estructura de dos pisos, siendo el segundo mas pequeño (formaba un zigurat de dos pisos) y disponia de una amplia terraza sobre la que hacian guardia dos amazonas.

La entrada estaba custodiada por dos amazonas acompañadas por simios. 

Cosiguieron arrastrarse a un lado, esquivando las guardias y comenzaron a trepar por el rocage de la montaña para saltar a la balconada.

El primero en subir fué el barbaro, con unas buenas trepar, pero falló la de sigilo...

Master: ves el rosto enmascarado de una amazona que se asoma a verlo que pasa.
Barbaro negro: ¡La agarro y la tiro por el borde!

Seguidamente saltó al balcón y mató a la restante, no sin que esta antes pegase un grito de alarma.

Sus compañeros comenzaron a subir apresuradamente por las rocas mientras  una de las amazonas de la puerta acudia a investigar.

Master: Ves que la terraza tiene una única salida, a cuyos lados hay dos pebeteros que emiten una rutilante luz. A trabes del marco ves un pasillo con varias entradas cubiertas con mantos de piel a guisa de cortina. Una de las cuales ha sido apartada y ves a una amazona asomando su cabeza.
Barbaro: ¡Cargo contra ella!

Mientras sus compañeros se dedicaban a mantener alejadas a las amazonas del piso inferior con sus arcos el barbaro se internó gritando pro el pasillo hacha en ristre.

La habitación de la que habia surgido la amazona resultó estar ocupada por cinco guerreras con sus lanzas preparadas esperandolo. Eran la guardia de élite del templo, como pronto descubriria.

Una de las amazonas accionó una palanca y con un sonido seco y contundente una reja cayo pasedamente bloqueando la entrada al balcón.

El barbaro habia quedado encerrado y separado de sus compañeros.

Barbaro: - Es mi sino - dijo el jugador -morir rodeado de mujeres.
Guerrero: ¡Pero tio, emborráchate!
Silencio... risas en la mesa.

La explicación de esto es que el bárbaro tiene la ventaje "valor líquido" que lo transforma en un tanque si se emborracha antes ya que el alcohol lo vuelve insensible al dolor.

Barbaro: No, que lo estoy dejando. Ademas, que aqui pone que la resaca me dura 186 horas con un -1 a todas las tiradas.
Guerrero: Eso no es un 8, es un d. Es un 1d6 horas.
Barbaro: hostias, eso lo cambia todo.

El resultado del combate se saldó con el guerrero sosteniendo a pulso la verja mientras el cazador sacaba al barbaro que estaba desangrandose arrastrandolo a la balconada. El barbaro sufrió una bajada de características debido a un lanzazo que impactó en una costilla pero si sobrevive se le pasará en 24 horas.

De pronto, de las profundidades del anfiteatro comenzó a surgir una cacofonia huluante proferiada por cientos de bestiales gargantas.

El rugiente fuego de los pozos iluminó un amasijo de sombras que comenzó a reptar saliendo de la antigua plaza.

Y aqui lo dejamos para la próxima semana.





Y de regalo fotos de la partida.




Por otra parte uno de los personajes a subido por primera vez de nivel. Ahora su rango es de veterano, a ver si eso los ayuda un poco.




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