jueves, 25 de junio de 2020

Allende la Mar Cuayada (XV): Escritores Fantasma. Juanqueadores de la realidad.

Estas reglas surgen de un esbozo que hice para un sistema de hackeo para CF, así que lo he aprovechado e implementado para los escritores fantasma. Reconozco que al principio los queria llamar negros, pero creo que no está el horno pa bollos ahora para que alguien me salte con mal as interpretaciones y temer que explicar cosas sobre Dumas. Ya de paso, lo de Shakespeare primigenio da para aventura.

Si, en esta entrada no hay explicación histórica, ya que de paso me ocupa cuatro páginas de word. Así que casi lo dejamos para el suplemento ¿vale? XD. Agradecería opiniones o sugerencias o llamarme indi y vendido a la cara.



  • Mar Cuayada. El estrato más profundo por debajo de la intrahistoria, a donde van las historias y las narrativas del mundo, esperando a ser reeditadas.
  • R.O.L. Conjunto de rituales desarrollados por Lope de Vega, por los cuales un individuo puede ser introducido dentro de una narración. Todo lo contado alguna vez es real, así que si la inmersión es profunda, la misma realidad sobre lo sucedido pasa a ser la nueva narrativa oficial. Cientos de organizaciones usan esta herramienta de una forma u otra en la guerra eterna por controlar la narrativa española.
  • Cartas en la mano. Si se encuentran en una inserción de R.O.L., los agentes dispondrán de una mano de tres cartas de la baraja española, las cuales sirven para determinar su orden en caso de conflicto violento o para concederles habilidades dependiendo de su trasfondo. Ademas servirán como benis.

Habilidad arcana: Juanqueo (Astucia).
Poderes iniciales: Especial.
Puntos de poder: Cinco iniciales, más uno por rango de experiencia.
Recuperación: Especial.
Rechazo: Especial.

Juanqueo. Se denomina así a la habilidad de los escritores fantasma para alterar la metatrama que los rodea. Recibe su nombre de Juan, el cual es uno de los más usados en distintas variante en todo el mundo. Los escritores fantasma valoran enormemente el poder de los nombres y su anonimato, con lo que usan la propia connotación de «fulano» del nombre para abrir y trastear secretamente en la trama y la narrativa. Todos los escritores fantasma comienzan con un d12 en su habilidad de Juanqueo y esta se verá alterada a medida que crezca la Sospecha. Cada vez que un escritor use uno de sus poderes, deberá de lanzar el dado de Juanqueo, obteniendo un punto de sospecha con un fallo o dos con una pifia.


Sospecha y credibilidad. Los escritores fantasma deben de actuar en la sombra, siendo muchas veces su labor no correspondida o apreciada por ello. Ademas, el Sello del Bardo impuesto por Cervantes los ha obligado a ser unos mercenarios narrativos, lo cual no es que haga mucho por limpiar su concepto. Un escritor comienza las sesiones de ROL con un conjunto de cartas dispuestas delante de el, estas cartas representan sus Puntos de Poder y pueden ser usados de muchas formas. Las cartas descubiertas son su credibilidad y las tapadas su sospecha. Un escritor fantasma no puede gastar como PP las cartas de sospecha, ya que estas representan el grado en el que la realidad narrativa se está dando cuenta de sus intervenciones en la metatrama. Cada vez que un escritor gane un punto de sospecha, su dado de Juanqueo disminuirá un paso, hasta un mínimo de d4. Un escritor fantasma puede usar sus cartas de credibilidad de la siguiente forma:
  • Como un PP.
  • Como acción libre, puede intercambiar una por otra de su mano.
  • Como acción libre, al comienzo de un turno de combate, puede intercambiar una de sus cartas de credibilidad por una de iniciativa de otro osero o persona que no le desee mal. Solo se puede hacer una vez por turno.
  • Puede usarse como un beni sobre otro osero o persona vinculada con el escritor. Ojo, este uso está vinculado al propio secretismo de los escritores fantasma, con lo que si la otra persona le solicita que use el beni sobre el, le da instrucciones de como usarlo o manifiesta que se ha dado cuenta de lo que ha pasado, el efecto quedará inmediatamente invalidado (a menos de que sea una pifia o un fallo).
Cada vez que se usa una carta de Credibilidad, esta es retirada a la pila de descartes. Si por alguna circunstancia el escritor fantasma obtiene PP tomará las cartas correspondientes de la baraja y las dispondrá descubiertas junto al resto.

Recuperación. Un escritor fantasma vive por y para la narrativa, esclavo de la Novena musa, la Sin Nombre, La Del Rostro Tinto y La Que Permanece en Tinieblas. Se alimentan de trama, pero la que toman han de reponerla. Si un escritor fantasma establece un giro de guion (ver al final), que le meta a el o a sus compañeros en problemas, podrá realizar una tirada de Juanqueo y dará la vuelta a una carta de sospecha y recuperará un PP por éxito obtenido. Este giro no necesitará tener un género o estilo establecido y solo se podrá intentar una vez por hora. Obviamente fallar la tirada otorgará un punto de sospecha. Un escritor fantasma con todas sus cartas cubiertas es denominado Anarrosa; se desconoce el por qué de este nombre, pero algunos estudiosos lo vinculan a Ana de Inglaterra y a lo que «destacaba» en los mentideros.

Si usa la Mar Cuayada para aumentar la Curuxa, obtendrá tantos PP como la mitad del valor del dado de Curuxa que escoja.

Poderes iniciales:
Metadatos. Este poder funciona igual que el de los fictionautas. Por un PP, el escritor fantasma podrá echar una ojeada al indice general de la narrativa concerniente a un individuo, lugar, situación u objeto. Estos metadatos se manifiestan como retazos o etiquetas que convenientemente interpretados le pueden permitir conocer cosas ocultas a simple vista. Estas etiquetas aparecerán flotando sobre el objetivo, solo visibles al escritor fantasma, y si están enlazadas con algun elemento que esté presente, de ellas surgirán una línea que enlazará con los distintos elementos implicados. Si está enfrascado en una sesión de ROL, el Relator será el encargado de ofrecer una serie de palabras sueltas concernientes a lo que esté escrutando el escritor. Ejemplo: un matón enamorado en secreto de su jefa, percibe a los oseros como una amenaza contra ella. Sus metadatos indicarán una etiqueta de «violencia» que lo enlaza con ellos y otra que pone «pagafantas» que lo vincula a su jefa.
Plagio. Por un PP, el escritor fantasma podrá usar un poder, ventaja o habilidad cuyo funcionamiento o existencia acaba de presenciar, como si fuese propia. El único pero es que no puede ser usada en contra del autor, el cual es inmune contra sus efectos. Aunque el estilo es imitable, no se puede comparar con el original. La duración siempre será instantánea en el caso de los poderes e igual a la credibilidad en el caso de las habilidades o ventajas. Una pifia usandolas ocasionará el incremento en uno de la sospecha.
Seudónimo. El poder de los nombres es inegable. Pueden definir la existencia o el género de una persona u objeto, atándolo a la narrativa, quita o altera el nombre de algo y su concepto se diluirá. Todos estamos tan acostumbrados a este concepto que lo llevamos interiorizado, que solemos asumir que el nombre de algo es el verdadero. Un escritor fantasma puede aprovecharse de esto para transformar un nombre en un escudo.

  • Sacrificio de identidad. Por un PP, el escritor fantasma podrá reducir a la mitad el daño recibido por una fuente de daño, o completamente si obtiene un aumento en su tirada de Juanqueo. La fuente de daño debe de ser una entidad consciente y pensante, que comprenda el concepto del nombre de las cosas. Al suelo poco le importa como te llames, cuando te estrellas contra el. Este poder exige que el escritor fantasma grite un nombre diferente cada vez que lo use, el cual entrega como sacrificio a la narrativa. Si repite el mismo durante el desarrollo de la sesión de ROL, su nivel de Sospecha se verá incrementado en una carta.
  • Escudo de Sombras. Por un PP, el escritor fantasma puede ocultar su identidad escudándose con un seudónimo. Simplemente los que pensaban conocerlo pensarán que es otra persona anónima diferente. Su duración es igual a la credibilidad y exige que cuando su identidad sea cuestionada, este diga «Creo que se ha confundido, mi nombre es...» o alguna variación de esta afirmación. Si repite el mismo durante el desarrollo de la sesión de ROL, su nivel de Sospecha se verá incrementado en una carta.
  • Negro. Por un PP, el escritor fantasma puede interiorizar el estilo de una persona hasta hacerlo suyo y borrar momentáneamente el concepto de si mismo. Su aspecto, ademanes y voz serán los de el individuo que cuyo concepto ha plagiado, pero si el plagiado lo ve o alguien sospecha firmemente que lo están engañando, el efecto terminará inmediatamente y el escritor fantasma incrementará su sospecha en una carta. Su duración será igual a su credibilidad. Una pifia provocará que el escritor se verá anclado en ese concepto y su identidad será enterrada. Creerá firmemente ser la persona que ha plagiado y se comportará como ella a todos los efectos.
  • Planchas robadas. Por un PP, el escritor fantasma puede desatar el poder de todos los nombres bajo los que se oculta liberándolos para confundir a aquellos que le deseen mal. Junto al escritor aparecerán tantas copias de si mismo como su credibilidad, las cuales podrá controlar en su totalidad. Estas copias son inmateriales y no pueden interactuar con el plano físico. Si son golpeadas desaparecerán en un estallido de letras.

Giros argumentales. Un escritor fantasma puede alterar las lineas narrativas que gobiernan el mundo. Muchos dirán que ese poder es equiparable al de los fictionautas, pero si se les pregunta (en el raro caso de que un escritor fantasma admita serlo), afirmarán que mientras que los fictionautas observan el rio de la narrativa desde la orilla, ellos lo hacen desde el fondo que su corriente oculta, con lo que su conocimiento es más profundo. Por un PP, un escritor fantasma, podrá intervenir en los metadatos y los indices de la narrativa, alterándolos y estableciendo nuevas relaciones. Esto permite al escritor reescribir o introducir nuevos elementos dentro de la trama para permitir su avance, como puede ser la aparición de objetos útiles, que un camón lleno de cojines aparque justo debajo alguien que se ha precipitado desde el quinto piso, que a alguien se le suelte la lengua y ofrezca pistas o que la Guardia Civil aparezca en el momento justo para calmar a los que busquen gresca. Estas alteraciones deben de ser sutiles, explicables y nunca deben de ser evidentes a riesgo de que el escritor fantasma reciba un punto de sospecha si la alteración se realiza con éxito. Si se encuentran enfrascados en una sesión de ROL, queda a discreción del Relator determinar la naturaleza del giro argumental.

Estos giros deberán de obedecer tres reglas. La primera es que para ser desatados, el escritor fantasma deberá de adoptar una pose que haga converger la narrativa sobre su persona, para seguidamente establecer su giro argumental en voz alta y comenzado siempre con algo como «¡pero sin embargo no sabían que…!» o «¡entonces, en su momento más oscuro ocurrió lo inesperado...!», seguidamente dicha frase se materializará en un papel o en un cuadro de texto entre sus dedos, el cual arrojará contra su objetivo.

El segundo es el Sello del Bardo. Se llama así a la guarda impuesta por Miguel de Cervantes contra la entidad conocida como Willian Shakespeare, el cual era en realidad un conglomerado narrativo formado por la mente de cientos de escritores fantasma que se encargaban de mantener su extensa obra. Cervantes fue introducido en Inglaterra gracias a la distracción de la Armada Invencible, cuyo nombre en sí era un propio señuelo narrativo para atraer a la Trama Inglesa y esta se centrase en ella. En la Batalla del Puente de Londres, Cervantes, Calderón y el propio Fenix lograron derrotar a las mil encarnaciones del Bardo, el cual era ni mas ni menos un arma narrativa creada por orden de la reina Isabel para alterar los metadatos de la trama británica blanqueando a ciertos reyes y a su vez establecer una cabeza de puente en una invasión cultural que desembarcaría en todos los teatros del mundo. La invasión fue detenida y la esencia de los mil escritores fue encerrada en los mil ladrillos y en el millar de letras de los mensajes de los prisioneros de la Torre Beauchamp que hay escritos en ellos. La entidad shakesperana fue reescrita y condensada en un solo individuo, y su mente alterada por censores, pero el precio a pagar fue alto, ya que el constructo resultante fué vinculado a Cervantes, de tal forma que cuando este murió, también lo hizo Shakespeare. Para dificultar la labor de los escritores fantasma, Cervantes empleó el poder obtenido gracias a su victoria para establecer un sello sobre ellos, potenciando su narrativa basada en el secretismo y el anonimato.

El Sello del Bardo, impide a un escritor fantasma emplear sus giros argumentales en un beneficio propio inmediato, obligándolos siempre a actuar a través de otros o buscar otras formas de establecerlos. Por ejemplo: tenemos una puerta que el escritor necesita cruzar. El no podría establecer un giro para que el se la encuentre abierta o que un extraño decida abrirla para el. En este caso debería de encontrar a alguien cercano que tenga necesidad real de cruzar esa puerta y facilitarle tal cosa haciendo que encuentre la llave o que para el si esté abierta.

La tercera imposición es que los giros de guión deberán de estar acotados a un tema. Como ya se ha dicho, los PP de poder del escritor fantasma están representados por un conjunto de cartas delante de el y que solo puede usar como tales las cartas descubiertas (credibilidad). El palo de la carta usada determinará el género o estilo que deberá de tener el giro de guion, siendo los Oros vinculados a los deseos (género lírico), las copas a las necesidades (género didáctico), los bastos a problemas (género dramático) y las espadas a la superación (género épico). No acotarse a un estilo ocasionará un punto de sospecha inmediato.