Continuo con la crónica de la partida de SW que comencé hace unas entradas.
En la anterior entrega lo habíamos dejado cuando los jugadores se dirigían a las cuevas del "pueblo blanco" siguiendo el rastro de uno de sus ataques. Exactamente eran la cazadora, el herrero y el guerrero.
El rastro era seguido por la cazadora del grupo, la cual pifio sus chequeos y termino llevando al grupo al hogar de un oso negro contra el que se enfrentaron saliendo victoriosos del mal trago.
Seguidamente la cazadora se cubrió de gloria una vez más al conducir al grupo a una cueva abandonada en la que solo encontraron dos cadáveres de voormis (humanos bestiales, una especie de yeti) despellejados y un pequeño altar a los dioses primigenios que parecía pertenecer a los fenecidos dueños.
Los voormis parecían haber sido atacados por "el pueblo blanco" así que siguiendo el nuevo rastro llegaron a una nueva cueva, en cuya entrada encontraron dos espantajos hechos con piel de voormi, las cuales cogieron "por si valían algo".
Muertos de hambre...
Una vez comenzaron a explotar descubrieron que la caverna era en realidad una red de túneles que se internaban en la montaña. Todos ellos parecían naturales, producto de alguna antigua corriente en los albores del mundo. Lo extraño es que también había unos huecos y pequeños entrantes que no parecían naturales, cómo si hubiesen sido excavados por alguna criatura desconocida.
Allí descubrieron que habían salido de casa con lo puesto, sin prepararse y sin antorchas, lo cual les valió para una reprimenda del máster, el cual a su vez también había sido amonestado en otra partida en la que hacia de jugador por otro máster por el mismo error logístico.
Después de improvisar unas antorchas y de dejar su ropa hechas unos zorros descubrieron que aquello no era el dungeons, y que un grupo de pigmeos montañeses no tenían infravisión ni se dedicaban a andar a oscuras por casa ya que en ciertos puntos de transito había antorchas encendidas o las portaban los propios habitantes.
La escena fue que se encontraron poco mas adelante a los guardias, que eran un grupo de pigmeos todos ellos cubiertos de una capa de arcilla blanca (de ahí lo de pueblo blanco) y cortezas de árbol a guisa de armadura. Cómo armas tenían cuchillos de hueso, lanzas y unos guantes de piel con colmillos adosados.
Por supuesto tenían un par de antorchas adosadas a la pared para poder ver y a su vez cuidadosamente colocadas para que la luz no llamara la atención desde fuera.
Un combate después descubrieron que los pigmeos no eran tan duros, les cortaron las orejas y continuaron adelante.
Lo de las orejas era debido a que por cada oreja derecha se les pagaba una recompensa en una ciudad cercana.
Mas adelante descubrieron que las cosas no eran para nada tan fáciles. Vivieron un horror de pasillos por los que solo podían caminar en fila India, los pigmeos aparecían de la nada atacándolos por todos lados, incluso por lugares que pensaban que estaban vacíos.
Los pigmeos se coordinaban para atacarlos usando la táctica de un pigmeo al frente contra un aventuro mientras era apoyado por un compañero con una lanza desde su espalda. Lo cual junto a que todas las armas estaban envenenadas con un veneno que mermaba las fuerzas de los jugadores les provoco muchos problemas.
Todo esto se saldó con el herrero caído y los otros jugadores tocados, pero al ser personajes pulp esas heridas no eran tan graves y con un par de puntos de sutura se pusieron en pie y continuaron explorando; aún así el herrero estaba un poco maltrecho e incluso quedó con ciertas secuelas físicas.
Mas adelante descubrieron un secadero de carne con las reservas de comida de la tribu, que eran caníbales y un pozo donde los pigmeos torturaban a un voormi cautivo al cual dejaron allí para que se muriese de hambre. Además terminaron dándose cuenta que los pequeños túneles que comunicaban con las galerías principales eran usados por el pueblo blanco para emboscarlos por la espalda, ya que eran capaces de avanzar por ellos arrastrándose debido a su pequeña estatura.
Finalmente llegaron a la caverna principal donde habitaba el grueso de la tribu. Era una inmensa estancia con una cascada de agua subterránea y el pueblo de los pigmeos alrededor del lago que se había formado en medio.
Allí se las vieron con un grupo de guerreros, la flor y nata de la tribu que junto a un pigmeo enorme (media un metro setenta) retrasado mental y deforme con los que vivieron un combate épico.
El combate fue largo e intenso, mantuvo en tensión en todo momento a los jugadores y se vieron obligados a tomar varias decisiones tácticas cómo realizar equipos para atacar a enemigos concretos de forma coordinada, usar trucos para confundir al enemigo y realizar más de una acción por turno.
Primeramente fueron rodeados por las mujeres y los niños del poblado, los cuales eran poca cosa y se morían rápidamente. Mientras los hombres permanecían apartados junto a la cascada sujetando con una correa al "gigante". Las mujeres y los niños eran los típicos "masillas" para retrasar y molestar al heroe que en el SW son llamados "mooks" los cuales mueren simplemente teniendo un éxito simple contra ellos.
Cuando las cosas pintaban mal y ya tenían al grupo inmovilizado con los ataques de las mujeres y niños soltaron al bruto, el cual avanzo abriendose paso entre sus congéneres vociferando contra los jugadores.
El guerrero y el herrero consiguieron abrir un hueco a espadazos entre los fanáticos mientras la arquera los aseteaba desde la retaguardia con su arco.
El bruto deforme demostró ser un enemigo bastante peligroso para los guerreros, pero fue sorpresivamente muerto de una forma épica de un solo mandoble por la cazadora ante el asombro de toda la mesa.
Seguidamente consiguieron acabar con todos los guerreros de la cascada no sin sufrir alguna baja entre las filas de los aventureros. El guerrero quedo tan mal herido que fue incapacitado para cualquier tipo de acción y abandonado por el resto de jugadores para explotar el resto de la cueva. Afortunadamente el gran aguante del guerrero impidió que muriese desangrado mientras decía algo cómo "Jo, acabamos de hacer la matanza Tusken de Anakin...".
El guerrero sufrió algunas secuelas físicas que mermaron su vigor debido a la paliza que le habían propinado, pero afortunadamente no era grave y podría ponerse en pie en unas semanas.
En total fue un combate de tres contra veintitres enemigos. Cerca de 45 minutos de batalla campal.
Mas adelante, en una cueva anexa se toparon con el chamán de la tribu, un anciano encargado de destilar los venenos de la tribu al cual pasaron a cuchillo después de una divertida escena en la que un jugador acabo dentro de un pozo de serpientes.
Finalmente accedieron a un nicho detrás de la cascada y descubrieron que los pigmeos habían estado protegiendo una momia de algún antiguo miembro de su tribu a la cual parecían adorar y unas pieles de dinosaurio con unas inscripciones que no consiguieron descifrar.
La momia parecía extrañamente fria y estaba cubierta de escarcha pero decidieron llevársela a ver si sacaban algo con ella junto a las pieles.
Ademas descubrieron trazas de cobre en las cuevas, con lo que ya se están planteando una posible explotación de este mineral.
Después de un arduo viaje durante el cual la momia se descongelo a la hora de sacarla del nicho y de descansar varias semanas para recuperarse decidieron viajar a la ciudad a vender el botin. Pero antes fueron increpados por el pueblo debido a un asunto sobre el cual pensaban que ya habían echado tierra.
¿Recordáis el incidente del tigre de dientes de sable? Decidí mejorarlo.
Se habían producido mas ataques al ganado e incluso habían desaparecido lugareños, asi que fueron acusados de falsarios por decir que habían acabado con la bestia con lo que fueron obligados a realizar una nueva batida acompañados por otros habitantes del pueblo y sino conseguían nada deberían de devolver las vacas que se les había pagado como recompensa.
No me extenderé más sobre esta parte de la aventura, pero incluye un ataque de un gorila, dos vecinos de Helecho devorados, cientos de miles de sapos, un sacrificio humano en un altar de Tsathoggua, y un pacto con un dios primigenio por el cual se comprometían a sacrificar tres reses en el altar cada luna nueva como pago por el exterminio de depredadores locales durante la fundación de la colonia y la roturacion de tierras para labranza y ganadería. Este sacrificio seria posteriormente consumido por las bestias del bosque.
Antes de que salga algún purista he de decir que en las historias de Smith incluso las bestias como el mono o el jaguar adoran a Tsathoggua.
Y si, hubo tiradas de cordura, pero teniendo en cuenta que parte del grupo era adorador de Tsathoggua y que el resto no era muy impresionable solo se saldó con dos "extras" enloquecidos y todos los jugadores con su equilibrio mental intacto.
Finalmente volvieron al pueblo y convencieron a los lugareños sobre las "ventajas" de ofrecer sacrificios al primigenio. Y alguno ya esta pensando que necesariamente el ganado no debe de ser el de los ganaderos del lugar.
El final de la jornada rolera lo marcó su llegada a la ciudad, su cobro de la recompensa (40 orejas, ochocientas piezas de oro) y la venta de las pieles y la momia a un joven llamado Eibon que las compró para su padre, el cual es coleccionista de antigüedades. Que luego el muchacho escribiese uno de los libro del canon de los Mitos equiparable al Necronimicón no quiere decir que esto no fuese cierto, ademas que el chaval les pagó 1000 monedas de oro por todo. Aunque la afición de su padre le va a traer un par de quebraderos de cabeza en el futuro.
Por cierto, no pudieron descubrir que ponía en las pieles que había junto a la momia, Eibón solo consiguió traducir un nombre, Ithaqua, también conocido como "el desterrado".
Y con esto finalizamos cuatro horas largas de jornada rolera.
El ataque al poblado de la cascada.