NUBERU
El Nuberu, Ñuberu, Nubeiro, Renuberu, Xuan Cabritu, Home Granizo, etc Es un criptoforiato que personifica la inestabilidad del tiempo y su naturaleza voluble e indomable. Allí donde el trueno campa, el rayo prende y el granizo aplasta, se dice que anda el nuberu.
Según la región tiene un aspecto diferente. En Asturias, Galicia o Castilla es un hombre de aspecto huraño y muy alto, en Cantabria es un enano con rabo y cuernos, en las hurdes es un duende de cuatro metros y en Aragón es un gigante. Este criptoforiato gusta vestir pieles o telas oscuras como las nubes de tormenta y cubrir su testa con un ancho sombrero. Siempre se presenta en forma de un viejo barbudo y mal encarado, de una gran fealdad y peor carácter. Algunos lo vinculan a Taramis, otros a Odín (algunas veces es tuerto), Thor e incluso se le atribuye cierta ascendencia egipcia. Dichas raices narrativas le hacen sentir aversión de todo lo cristiano, llegando incluso a detectarlo por el olfato.
Cabalga las nubes, desde la cuales lanza torrentes de agua, granizo, rayos, truenos y demas calamidades. Para ello exprime las propias nubes que le sirven de vehículo, lanza los rayos cual Zeus o emplea un tambor para emular el sonido del trueno y un yesquero para los rayos, como en el caso de las Hurdes. Tiene su origen en el miedo ancestral a las tormentas y al efecto destructor del clima salvaje. Nació con la primera tormenta y alcanzó su madurez cuando las primeras sociedades de cazadores-recolectores elevaron su mirada al cielo y rogaron que la tormenta que veian, descargase sobre otro pueblo. Al entrelazar su narrativa con el hilo argumental de las divinidades antiguas, adquirió un matiz más amable y moralizador, pero sin perder su aspecto de amenaza. Si el nuberu se ve en un apuro y es bien tratado, se siente obligado a mostrarse agradecido. No son pocas las veces que ha quedado varado en tierra, ya sea por despiste, por accidente o ataque deliberado. En ese momento, el criptoforiato se ve desposeído de su poder viéndose obligado a buscar refugio contra sus propios desastres. Si alguien lo acoge bajo su techo de forma desinteresada, el nuberu lo recompensará regando sus campos con lluvias suaves y respetando sus tierras.
Uno de estos casos fué el de un caballero, que dejando prometida y hacienda partió a las cruzadas, el cual habia acogido hacia años en su casa al nuberu, cuando este perdió su nube. Debido a sus atenciones, el ser bendijo sus tierras con buen clima y le dijo que «si pasaba alguna vez por Egipto, preguntase por Xuan Cabrito». El caso es que el caballero acabó con sus huesos como esclavo en Egipto, donde preguntó a los lugareños sobre Xuan Cabrito, estos le indicaron un castillo en una montaña donde el ser residia y al que el cruzado logró acercarse al escapar de casa de su amo. En lo alto, entre eternas nubes fué atendido por los criados de la casa, que lo llevaron ante la mujer y los dos hijos del nuberu. Alli esperó en su compañía hasta que el Xuan Cabrito hizo aparición, portando un saco lleno de sapos y culebras y quejándose que en su casa holia a cristiano, pero al reconocer al que lo había ayudado hacia tantos años le prestó ayuda de inmediato. Le indicó que acababa de descargar en las cercanías de sus tierras, donde había visto que su prometida estaba a punto de casarse con otro debido a la tardanza del caballero y como al nuberu gusta del dramatismo y el quitar lo sembrado por otros, le prestó una de sus nubes al cruzado. Este partió raudo a su tierra, donde descendió, interrumpió la boda, se casó con su prometida y su tierra fué la más fértil del lugar gracias a su amistad con Xuan Cabrito.
Esta historia es conocida por todos, pero lo que no es de dominio público es que el caballero ingresó en la orden del temple, en la cual introdujo el culto a Xuan Cabrito, siendo su lugar de origen el templo espejo secreto (no confundir con el que está al pié a la vista de todos) situado en lo alto del monte Monsacro, en el concejo de Morcín. De hecho, la figura del Bafomet templario usado como prueba en los juicios contra la orden, es en realidad Xuan Cabrito. La palabra Bafomet deriba del griego Baphé-méteous, siendo una deformación cuya traducción literal sería "el bautismo del meteoro”, en clara alusión a las funciones metereológicas del nuberu. El Bafomet era representado por una cabeza barbada con cuatro caras, una referencia a los vientos y a los cuatro puntos cardinales. Se cree que la orden mantenía tratos con Xuan Cabritu, al cual agasajaban y rogaban para que les diese la sabiduria de los cielos y la riqueza en la tierra. Es por ello que los templarios lograron amasar tal fortuna, gracias a la fertilidad de sus posesiones.
Con la caida de la orden del temple, muchos de ellos se vieron obligados a esconderse y ocultar sus conocimientos secretos. La mayor parte acabó en manos de la orden de los jesuitas, en la cual muchos buscaron refugio y revivir los antiguos rituales del temple. Muchos de estos saberes fueron usados por la orden en su provecho, para incrementar su poder político y social.
En el siglo XVII, el cardenal Álvaro Cienfuegos, perteneciente a la Compañía de Jesus. Cursados sus estudios de filosofía en la universidad de Oviedo, fue inquisidor en Valladolid y Méjico, ademas de profesor en Santiago de Compostela y Salamanca (se dice que llegó a participar en las clases impartidas por el demonio en la cueva de esta última universidad). Su manifiesta adhesión a la causa de los austrias lo exilió al fin de la guerra de Secesión, acabando como consejero real en la corte de Viena de Carlos VI. Obviamente Cienfuegos era un enviado los jesuitas, para los cuales estaba creando un tratado condensado del saber arcano obtenido por la orden sobre el tema de invocar y atar criaturas fuera de nuestra realidad. Se dice que para escribirlo, Cienfuegos visitó las bibliotecas secretas de Viena en las que encontró una copia semicompleta de la Clavícula de Salomón (la llave que le permitió al rey dominar a más de setenta y tres demonios) y llegó a entrevistarse con los tres demonios encadenados en la catedral de San Esteban de Viena. Producto de esto surgió el Aenigma theologicum seu potius Aenigmatum et obscurissimarum Quaestionum Compendium, que traducido viene a ser "el enigma teológico o más bien el enigma y la más oscura de las preguntas". Este en apariencia era un tratado sobre la santísima trinidad, bellamente grabado en cobre por el impresor Johan Van Ghelen. El caso es que es tan sumamente lioso que se dice que nadie lo entendía, ni siquiera el propio Cienfuegos, pero en realidad fué una maniobra orquestada. Si se lee del revés su título, sin realizar ni una sola pausa mental ni verbal, el texto se reordena y adquiere sentido, transformándose en una basta compilación de saber cabalístico "para resolver la más oscura de las preguntas", refiriéndose obviamente a la Mar Cuayada. Los jesuitas disponian ya de varios borradores, enviados por Cienfuegos, siendo la versión impresa la definitiva y repartida entre los estudiosos de la orden para que lo usasen como manual a la hora de atar a su voluntad a demonios y demas seres.
En 1723, estalló en Oviedo lo que seria conocida como la «Tormentona». Varios miembros del Corazón de Jesus se apostaron en distintos puntos de la ciudad y derribaron al nuberu lanzando contra la nube sus zapatos y boinas. Esta última prenda había sido potenciada con el sello de Salomón grabado en su interior y sirvieron para trazar un gigantesco pentágono en cuyo centro quedó atrapado el nuberu, el cual se precipitó en una bola de luz que derribó la torre de la catedral. Curiosamente no murió nadie, aunque hubo rayos y truenos a paladas durante todo un día y de forma continua.
Este tratado de Cienfuegos fue usado por la orden para encadenar en el templo inferior del Santuario de Covadonga al nuberu, confiriendo a los jesuitas el control total sobre el tiempo atmosférico y provocando con ello las malas cosechas que asolaron España a mediados del siglo XVIII, que fueron aprovechadas por los jesuitas para intentar provocar un cambio de gobierno a través del motín de Esquilache. Este motín fue orquestado desde Oviedo por Muñoz, el canónigo de la Catedral de Oviedo, el cual después de los levantamientos de Zaragoza y Cuenca dio la orden apresurada de iniciar el motín en Madrid. Pero ya era tarde, ya que Xuan Cabritu había sido liberado del santuario, donde lo habían encadenado a una cruz de piedra. Las circunstancias de su liberación no están claras. Algunos dicen que fueron agentes de Carlos III, pero otros afirman que fue un grupo de los propios jesuitas descontentos con la situación. A la orden le salió el tiro por la culata cuando resulta que en 1766 el tiempo cambió y se produjeron las mejores cosechas en siglos que conoció la península, apagando así los fuegos de la rebelión, ya que no hay mejor efecto calmante que una barriga llena. Fue tal el escándalo, que los jesuitas fueron expulsados de España por orden del rey. El Papa de Roma llegó a enterarse de los escarceos brujeriles de los jesuitas, llegando a afirmar "como esos busquen refugio en Roma les cosemos el dobladillo de la sotana a cañonazos".
Xuan Cabritu, haciendo honor a su nombre, quemó con un rayo en 1777 el santuario de Covadonga, transformando todas sus riquezas en un amasijo de oro y plata.
CABRITOS
No se sabe exactamente cuando surgieron, tal vez son un remanente de tiempos antiguos y más salvajeso un culto a las tormentas reconvertido y adaptado. La opinión más extendida es que son los herederos de los jesuitas que se cree que liberaron al nuberu de su carcel de Covadonga. Dicho grupo provendria de la rama original de los templarios que establecieron la adoración al Bafomet. Han hecho suya la narrativa del criptoforiato como representación de la furia de la naturaleza incontrolable. Son un grupo anarconarrativista que cree firmemente que los desastres naturales hacen más fuerte y humilde al espíritu humano. Cuando alguien es victima de una calamidad y sobrevive a ella, sale más sabio y curtido, con cierta dosis de respeto sobre el mundo en el que vive. Le recuerda que no es nada, una simple mancha diminuta en la suela del zapato de la creación y a eso debe de aspirar. Si nada tienes, nada pierdes, nada te ata. Eres una simple hoja en el viento que volverá a posarse cuando el viento se detenga.
No hay nada más que una a la sociedad que un desastre que les recuerde que solo están invitados en este mundo.
Si recuerda la leyenda del cruzado y el nuberu, en esta el foriato aparecía portando un saco lleno de sapos y culebras. Algunos estudiosos afirman que esto en realidad es un eufemismo de que entró soltando cagamentos en su casa, hecho una furia debido a la presencia de un cristiano. Los Cabritos han hecho suya esa narrativa y canalizan su poder a través de eso mismo.
Sus ataques parecen movidos por la aleatoriedad, pero una vez que escogen un objetivo, lo estudian para descubrir todos sus defectos y secretos, acosándolo luego con lo que llaman una «pingadura». Esto es que se plantan delante de sus víctimas y empiezan a soltarles un chaparrón de insultos y acusaciones tan violentas y terribles que las achican hasta que sienten la necesidad de ser otros o no estar allí. En ese momento, la «pingadura» subirá de volumen y se manifestará en una apocalíptica tormenta que arrasará con todo lo circundante.
Varios oseros afirman que hay evidencias de que están detrás del auge de las revistas y programas del corazón, en conveniencia con otras cofradías narrativistas como los «despellejadores». Las continuas vejaciones e insultos en dichos programas contra diversos objetos, escuchados y observados por cientos de testigos, parecen estar provocando una serie de cambios climáticos y desastres naturales que pueden llevar a la ruina a la sociedad en la creencia de que los supervivientes se levantarán en un mundo nuevo bañado por la humildad.
ESTRATEGIAS PROBADAS CONTRA UN NUBERU.
Hay distintas variantes de nuberu y todas tienen algo en común. Tienen el carácter de un prejubilado de la mina al que todo se la suda y solo vale su opinión, con lo cual son intratables. Eso sí, son agradecidos cosa mala si los ayudas, así que es mejor tratarlos con respeto si los pillas de buenas. Mi primer consejo es que nunca te metas con uno, pero si no queda otra y no lo cubre el seguro, escucha lo que te digo. Para combatir un nuberu en condiciones vas a necesitar varias cosas: Una iglesia con campanario, un cura con boina vieja, un pico y una pala, un francotirador fino, una bota de punta gruesa y un arma de grueso calibre por si se pone farruco. Realmente vas a necesitar solo el arma, pero es mejor ir con las espaldas cubiertas. Recuerda que un nuberu solo tiene poder si cabalga sobre su nube, con lo que es imperativo derribarlo si no queda otra.
Cuando aparezca por el horizonte y tengas un pueblo a mano, manda tocar las campanas con fuerza y brío, esto puede llegar a espantarlo a veces y que decida descargar en otra parte. Creo que lo ve más como una competición en plan «a ver quien la tiene más gorda», si sus truenos o los campanazos. Lo de que lo espantan los cirios nunca me ha funcionado, más bien le indicas sitios para apuntar los rayos (lo cual por otra parte es un buen truco). También dicen que vale poniendo un carro del revés, como cuando un animal enseña la panza vencido. Lo único que te va a servir es para romperte la espalda dando vueltas al carro si sobrevives.
Si andan las nubes bajas, es hecho probado que la boina de un cura puede romperlas. Eso sí, la boina no vale con una nueva, debe de ser una que ya tenga el borde desgastado de cubrirle la cabeza y que lo acompañe hasta en las partidas de dominó en el chigre. El problema es conseguir llegar con la boina, ya que tiene que lanzarla el propio cura y si no tiene buen brazo o el nuberu no vuela bajo, te puedes ir olvidando. También vale un zapato, pero la boina es más aerodinámica. No emplees avionetas o intentes volar llevando al cura en volandas, deja eso solo como último recurso, ya que lo más seguro es que te metan un golpe de viento y acabes por los suelos.
El pico y la pala, aunque también vale una fexoria, instrumentos de labranza o la pala del horno caliente. Hay que ponerlos en cruz de forma amenazante e insultar la nuberu con todas las fuerzas. Si se hace con ganas puede llegar a espantarlo o derribarlo de la nube. También se dice que si todo el pueblo se reúne empuñando cuchillos en alto se produce el mismo efecto. Yo lo que te digo es que emplees mejor la pala del pan, ya que no es metálica. No es recomendable amenazar con algo de metal en alto a alguien que te puede solmenar con un rayo.
Si esto falla, es bueno tener un rifle de largo alcance con mirilla y toda la parafernalia. Lo mejor es trabajar con un compañero que sea fino con el ojo, mientras que tu estas adelantado llamando la atención del nuberu y el le apunta con el rifle escondido. Suelen ser cojonudas las balas con un cuerpo de madera de fresno, ya que este aleja las tormentas. Ante la duda o si no dispones de fresno, usa punta hueca o haz una cruz en la punta, lo suficiente para joder y meter una coz que lo derribe.
Procura tirar al nuberu siempre en un campo o lugar abierto, ya que no vas a querer perderlo de vista en ningún momento. Son duros y nunca mueren por la caída, así que si lo pierdes de vista en un bosque o lugar escarpado lo más seguro es que se vuelva a subir a una nube o escape. Precisamente te he recomendado las botas de punta gruesa, ya que no hay nada mejor para incapacitarlo que una buena patada en los cojones antes de que se levante. Desventajas de no compartir la tarea y tener a la muyer cuidando la casa y los fios en Egipto.
Si llegas a contacto visual, procura ir con la cara cubierta. Son muuuuy rencorosos y el día menos pensado te pueden encontrar hecho todo carbonilla. Aquí se te plantean dos opciones: arrancarle la promesa que no hará nunca daño a la región o meterle un tiro entre ceja y ceja. La primera opción la va a cumplir siempre, si logras hacer que lo prometa, empleando para ello buenas maneras o las botas de punta gruesa si se pone farruco (no recomiendo abusar de esto último). La segunda es si no queda otra.
Si lo matas, ten en cuenta que se va a reeditar en algún momento, ya que el miedo a perder la cosecha y los bienes debido al tiempo nos ha acompañado siempre. Y va a venir soltando sindioses y juramentos desde su castillo flotante en Egipto, así que acuérdate de ir con la cara tapada y disimulando la voz, para que no pueda reconocerte mientras pasa montado en una nube.
ESTRATEGIAS PROBADAS CONTRA CABRITOS.
Que no abra la boca y una resfriega de plomo. Pala y al hoyo. Mano de santo.
Si esto no es posible, insultarlo más fuerte y con más ganas para desconcertarlo hasta que le puedas reventar la boca.
Nota: la Fatiga Lectora es comportamientos que modifican el caracter de los PJ al investigar a los criptoforiatos. Les dá un -1 (-2 máximo) a luchar contra ellos, pero les hace "detectar cosas" (el modificador pasa a ser positivo al investigar).
XUAN CABRITU
Narrativa definitoria: Amo de la tormenta.
Semblanza: Un hombre barbudo de grandes orejas y extremadamente feo. Comúnmente es bastante alto, pero su estatura varia según la región. Cubre su cabeza con un sombrero de ala ancha y gusta de vestir pieles de animales. Las nubes le sirven como montura mientras ejerce su trabajo de repartir vientos, rayos, truenos y granizo.
Nivel Descriptivo recomendado: d12.
Paso: 6 (12 volando sobre su nube); Parada: 8; Dureza: 15 (10); Armadura Argumental: 10 (una hurañez que te da cosa incluso mirarlo. Solo si no está tocando tierra o en su casa).
Armamento narrativo: Rayos y piedras de granizo como puños de grandes (2d10 PA3, cubren un gran área).
Fatiga lectora:
¡El cielo se nos cae encima!. Temor a mirar arriba o a estar en espacios abiertos.
No hagas planes de futuro. La vida da muchas vueltas.
Tesauro:
Jinete de las nubes. Es prácticamente imbatible mientras esté sobre ellas.
«La tormenta en mis manos». Le gusta mostrar su presencia con gran ruido.
«Si algunas vez vas a Egipto...». Se muestra agradecido con aquellos que lo ayudan y muestran respeto, pero no tiene piedad con los que le desairan.
Carácter huraño y altanero. Insultarlo es como gritar contra la lluvia, vas a acabar mojado igual.
Absolutamente nada escapa a su mirada si está en descubierto.
Amigo de sapos, culebras y cuervos.
Vulnerabilidades observables:
Depende de las nubes, ya que en tierra pierde su poder. Puede llegar a despistarse y que las nubes se marchen dejándolo varado en tierra.
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