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lunes, 1 de julio de 2013

Hexcrawl I: la muerte coralina.

Recientemente me he unido al proyecto Hexcrawl de la frikoteca el cual consiste en crear un inmenso sandbox que ambiente su proyecto primigenio de desarrollar una megadungeon.

Mi sección asignada es la 2 y como ya anda la gente por los blogs comentando lo que piensa meter en su pequeña "ponderosa" y yo andaba un tanto retrasado pro cuestiones personales y a mi propia campaña he decidido finalmente hacer un hueco y empezar a pasar a limpio mis ideas.

Lo que tengo planeado es un poco "fumada" pero quería una región que no fuese la típica de elfos comiendo hojas por los bosques o enanos picando piedra.




La principal característica de mi región es la amenaza de "la muerte coralina" una extraña formación orgánica que ha a parecido desde el Norte internándose en los territorios conocidos. Tal vez fruto de las guerras Difusas o de un accidente mágico de proporciones cataclísmicas lo cierto es que esta entidad ha demostrado ser extremadamente peligrosa y voraz, prácticamente todo el Norte ha sido devastado por su hambre insaciable y poco a poco se ha ido arrastrando de forma inexorable hacia el Sur siguiendo a todas luces un objetivo concreto.

Se asemeja a un mar encrespado de rompientes olas congeladas en el tiempo. Es una bastedad blanquecina con cierto tono semitransparente de una textura blanda y gomosa al pisar del extraño, toda su superficie está cubierta por unas extrañas cavidades romboidales que da al paraje el aspecto de una inmensa piel de un lagarto.

A través de la corteza se puede ver de tanto en tanto sombras que se asemejan a serpenteantes bancos de peces. De vez en cuando la superficie del coral se quiebra blandamente creando una abertura a su interior, de la cual surgen peligrosos geisers ácidos o lo que es peor los peligrosos y extraños habitantes que moran en su seno.

Poco a poco, con un extrema paciencia el coral avanza consumiendo toda materia orgánica que encuentra a su paso dejando una estela de parajes vacíos y muertos.

Una de las criaturas que habitan el coral son una especie de cangrejo de dos metros de alto con una gruesa cascara quitinosa de color azulado llena de protuberancias y duras verrugas. Estos seres son conocidos por los cazadores de la zona como "duros-como-un-hijo-de-puta" o comúnmente Duros y parecen actuar como recolectores de materia orgánica la cual acumulan después de ingerirla en un saco protegido por placas en su espalda.

Siempre van acompañados por una horda de "sacos araña", una especie de pellejos arrugados blanquecinos que corretean alrededor de los cangrejos gracias a unas finas patas que se asemejan a las de una araña.

Cuando los sacos llegan a un objetivo lo cubren completamente y se rasgan bañándolo en un líquido ácido, transformando su presa en una espesa papilla de materia orgánica que es ingerida por los "duros-como-un-hijo-de-puta". Cuando las placas de la espalda del Duro se encuentran distendidas quiere decir que se encuentra repleto, momento en el cual se dirigirá de nuevo al coral donde vomitará su cosecha en grandes lagos cuyo contenido se filtrará poco a poco por la mucosidad que recubre "la muerte coralina" y le servirá de alimento.

La carcasa quitinosa de los Duros es extremadamente valorada debido a su dureza y ligereza. Con ella se pueden hacer armaduras completas extremadamente livianas que no tienen nada que envidiar de sus hermanas de metal. Las tribus de cazadores comúnmente comercian con placas de estos animales y las armaduras de este material alcanzan precios astronómicos en las ciudades circundantes, sobretodo en el sur.

Dentro del ecosistema del coral hay más criaturas. Tenemos las panteras-anguilas, seres del tamaño de un cachalote con el cuerpo sinuoso de una anguila y un morro parecido al de un felino erizado con dientes como guadañas.

Nadan dentro del interior ácido del coral y atacan a los infortunados lanzándose rápidamente contra la superficie, la cual quiebran violentamente para luego atrapar a su victima entre los dientes. Comúnmente moverán primero la cabeza de un lado a otro para intentar partir por la mitad a su presa si no han podido tragarla entera, así que ese es el momento idóneo para atacarlos. Seguidamente se hundirán en las profundidades ácidas.

Su cuerpo está cubierto permanentemente por una película mucosa ácida, la cual afectará a armas y armaduras si entran en contacto con ella.

Sus huesos son usados como componente mágico, la piel para capas y armas como lanzas o espinas afiladas como espadas inmunes al ácido.

Otra criatura serian los "cabrones rápidos" masas esféricas bullentes y tentaculadas que ruedan en manadas sobre la superficie del coral. Su piel se asemeja a la de los sacos araña aunque son mucho más densos que estos, su método de ataque es envolver a su víctima con los tentáculos, los cuales seguidamente comenzarán a supurar un material ácido. Cuando la presa sea muerta toda la manada la cubrirá para digerir sus jugos.

En el cielo tenemos las "empaladoras". Grandes aves con el aspecto de un cigueña de largo pico y musculosas patas. Estos peligrosos seres descienden súbitamente del cielo intentando empalar a sus víctimas con su pico de casi dos metros de largo, el cual al contrario que el de un ave normal en realidad es un largo cuerno poroso. Cuando la victima ha sido empalada su sangre y fluidos son absorbidos por la criatura en poco minutos.

En el raro caso de que fallen su envestida quedarán clavadas en tierra, pero sus poderosas patas les permitirán desclavarse en pocos segundos y lanzarse de una salto de nuevo a los cielos. Es el único momento en el que son realmente vulnerables.

Sus picos son muy apreciados en la fabricación de lanzas o jabalinas. En el Sur son apreciados por los nobles como lanzas de caballería  ya que gozan de gran dureza y livianeza.

Y por último, aunque no es el último de los habitantes del coral está el "hijo de mil padres" una monstruosidad cárnica fruto de la naturaleza caótica del entorno. Una torre de miembros, rostros de animales babeantes, ojos asimétricos, tentáculos y zarpas que se forma espontáneamente supurada pro el coral. No se sabe su función ni objetivos, pero es extremadamente peligroso.

El coral parece tener cierta sensibilidad a la magia, los usuarios de magia o los objetos que la contengan son las primeras víctimas seleccionadas.El lanzamiento de un hechizo provocará una reacción por la cual todas las criaturas en un kilómetro a la redonda convergerán sobre el lanzador.

También corren rumores que el coral está habitado por humanos, los cuales viven en algún punto de su estructura.Son llamados los derviches zancudos o silbadores y se les puede ver muy esporadicamente bagando por la superficie del coral.

Los zancudos son una peligrosa secta monacal. Su principal característica es que van siempre subidos encima de zancos debido a que reniegan de todo lo material proclamando que el espíritu debe de ser elevado destruyendo las cadenas de la carne. Los zancos comúnmente están fabricados con picos de empaladoras, estos han sido tallados con diversos orificios que emiten un intenso silvido cuando el aire pasa por ellos, la superficie normalmente está perlada de finas cuchillas lo que permite a los sacerdotes usarlos como arma realizando rápidos giros apoyándose en una pierna.

Otra arma bastante común es la espada-látigo, que cosiste en la espina dorsal de una cría de pantera-anguila hervida durante meses para ablandarla y con los bordes de sus vertebras afilados con esmero. Cuando el cartílago se seca transforma la espina en una casqueante arma mortal en manos entrenadas.

Los zancudos adoran a "la muerte coralina" ya que piensan que es el vehículo que les ha sido concedido para limpiar el mundo de toda impureza. Creen que si este llega a la Montaña Soberana será capaz de absorber tal cantidad de magia que le permitirá expandirse y acelerar su purificación.

Y cuando nada quede salvo la Muerte Coralina esta se consumirá a si misma...

Los monjes viven en un monasterio en lo que es llamado la Montaña Verrugosa. Un cráter que comunica con el mismo corazón del coral cruzado por millares de cuerdas y pasarelas donde los monjes hacen su vida diaria.

A lo largo de la superficie del lado sureste del coral hay instaladas varias largas varas de metal que actúan como pararrayos. Estas varas de más de 10 metros de alto están clavadas en la misma piel de la criatura, cuando un rayo impacta en su cúspide transfiere la energía al coral el cual no se sabe si lo considera como un ataque o amenaza o lo considera una fuente de comida, lo cierto es que parece incitarlo a moverse en esa dirección.

Como dungeons tengo pensado meter el monasterio, el cual creo que tendrá varios niveles.

El próximo dia explicaré las poblaciones, las cuales debido a la amenaza de los "duros-como-un-hijo-de-puta" serán móviles.






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